Ya no quiero escribir.

Ya no quiero escribir
porque el alma se duele de vacío
dice ya no sentir
ni el ánimo ni el brío
que me daba tu amor cuando eras mío.

Y que he de hacer ahora
si el corazón me llora impertinente
si todo el día deplora
que fuera tan carente
de juicio y de cuidado, tan demente.​

 

Bellísimas letras, Luciana! Un profundo poema cargado de sentimiento...

 

Muy bonito.Besos desde Andalucía.

 

Estimada Luciana Rubio yo creo que es la única forma de despojarnos de nuestro amor y nuestro recuerdo.
Abrazo

 

Cierto, Alde, que bochorno. Gracias por tu amable comentario. Un abrazo.

 

Zulma, querida poeta, gracias por tu lectura y agradable comentario. Un abrazo.

 

Anita, gracias por tu amable comentario. Un abrazo.

 

Estimado Luis, gracias por tu amable comentario. Un abrazo.

 

Todos tenemos esos momentos tristes en los que no nos brotan las palabras.
Y si no nos convencen de seguir los amigos que aman leernos, nos convencemos nosotros mismos los poetas de continuar expresando lo que sentimos.
Por suerte vos seguís escribiendo y los que elegimos tus obras nos alegramos mucho.
Un fuerte abrazo con cariño y admiración.

 

Querida Cecilya, amiga poeta, gracias por leer mis desvaríos y ser tan generosa con tus comentarios. Un abrazo fuerte.

 

Yo digo que no se puede dejar de escribir, es como un vicio. Ante algunas ausencias no bien resueltas, uno puede caer en una espiral autodestructiva: unos se drogan, otros se alcoholizan y los más descontrolados, escriben. Es como esnifar la realidad dolorosa para luego devolverla un poco más ordenada, dotada de algún sentido creativo, aunque no por ello menos dolorosa, pero quizás un tanto más soportable. O simplemente escribimos por que nos da la regalada gana y no podemos (ni debemos) evitarlo.
Gracias, querida Luciana, por compartir. Te dejo mis abrazos.

 

Apolo, poeta, muchas gracias por tu amable comentario. Un abrazo.