1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

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  1. Cuando callen los silencios
    y no canten los jilgueros,
    cuando se sequen los ríos
    y todo quede desierto,
    cuando las palabras vuelen
    y se evadan en el viento,
    cuando los hombres no sepan
    si están vivos o están muertos,
    cuando el tiempo se diluya
    entre el espacio y el viento,
    cuando nazcan mariposas
    sólo de color negro,
    cuando los grillos se callen
    porque la noche haya muerto,
    cuando el sol se encuentre solo
    y a nadie le de su aliento,
    cuando lleguen caprichosos
    los fantasmas del averno
    para ver como ha quedado
    el laberinto del tiempo,
    cuando la triste figura
    de algún caballero muerto,
    con su caballo ruano
    por las colinas deambule,
    por blasón llevara puesto
    una armadura de hierro
    y en su mano una bandera
    de risas y desacierto,
    yo estaré con mi utopía
    soñando que estoy despierto,
    y apenas me daré cuenta
    de que también estoy muerto
    A malco le gusta esto.
  2. Son los versos las espinas



    que te clavan en la cruz,



    las rosas que te regalan,



    bajo la mirada azul



    de los ojos... que te aman.



    Son los labios que te llaman



    los besos que te olvidaron,



    las aguas que te mojaban



    los sueños... que te soñaron.



    Son las palabras calladas



    que acarician tus oídos,



    las mariposas aladas,



    que en el jardín de tu cara



    vuelan... sin hacer ruido.



    Son los versos la ternura



    la ilusión la simpatia,



    las gotas que cada día



    dan pasión a la aventura



    que nos ofrece la vida.
  3. Los versos son la herramienta

    que utilizan los poetas

    para subir hasta el cielo

    y jugar con los cometas.


    Son elocuentes, mordaces,

    sibilinos y arrogantes,

    son pequeños fabricantes

    de cualquier cosa capaces.


    Pueden y saben hacer

    un ejercito en palabras,

    y al más valiente caer.

    con el arma de sus voces


    Enigmáticos paisajes

    áridos de sol y oasis,

    cuadros sedientos de sed.


    Y engendrar también después

    el mar, y a su lejanía,

    ponerla siempre a sus pies.


    Brotar caducas historias

    y con tres palabras juntas,

    amor, pasión y locura

    seducir a la memoria



    Son los versos el enigma,

    la paleta y los colores

    con que pintan los poetas

    el cuadro de sus amores
  4. Los versos son la envoltura

    del sentir de los poetas

    son cantares, son saetas

    que penden de su cintura.

    Con jirones de la pena

    y pedazos de alegria,

    forman juntos la condena

    a la que llaman poesía.

    Se agarran a la esperanza

    aunque no exista asidero,

    y ponen en la balanza

    tanto plumas, como acero.

    Vencen quimeras hostiles

    y luchan a campo abierto,

    navegan por el desierto

    y por los mares de Aquiles.

    Siempre sus velas henchidas

    desafiando tempestades,

    con las mentiras, verdades

    van curando las heridas.

    Y despacio el terciopelo

    de la pluma que los mece,

    los adorna y enloquece

    y los vuelve caramelo.

    Los versos son la envoltura

    la coraza, la diadema,

    eterna brasa que quema

    y el bálsamo, que nos cura.
  5. Extrañamente hoy parece que te extraño
    es raro pero a veces me cuesta recordar,
    y pienso los momentos que pude hacerte daño
    sabiéndote asaltada por tanta soledad.

    Es cierto no lo niego, que a veces soy huraño,
    que busco lo imposible y a veces es verdad,
    que siento entre mis manos las tuyas como un paño
    de besos y caricias llenas de suavidad.

    Quizás cuando te miro tu sepas los temores
    que arropan los caprichos que esconde mi mirar,
    y llega tu mirada y cesan los temblores,
    que acuden a mi boca cuando te empieza hablar.

    Tal vez no me de cuenta de que a veces te extraño,
    y subo la escalera y sin mirar atrás,
    por descuido tropiezo tal vez algún peldaño,
    se oponga a los intentos y aleje el caminar.

    Pero no te preocupes porque te extrañe ahora
    este humilde poeta solo escribe por ti,
    tú sabes que te siente, tú sabes que te adora,
    que sus versos van llenos de rosas para ti.
  6. Llegan rayos ardorosos
    del nuevo sol que amanece,
    de los andenes del tiempo
    y el silencio... se estremece
    en pasos que presurosos
    entre las olas del viento,
    vuelan y desaparecen.
    La luz... disipa la noche
    increpa su compostura,
    saludando con dulzura
    cuando de nuevo aparecen
    los días entre sus brazos.
    Nadan luciérnagas blancas
    entre luces de colores,
    y al amanecer florecen
    en los jardines de flores
    traviesas ave Marías,
    dando perfumes y olores
    y regalando alegrías.
  7. En la bóveda celeste
    de los arcos que sostienen
    la catedral de la vida,
    están cantando las horas
    mientras esperan los días,
    y en el nogal de los tiempos
    suenan nuevas melodías,
    acompañando a los años
    deshojando las esperas
    de aquellas horas tardías,
    mientras... llueven los momentos
    de próximas tardes mías
    cuajadas de sentimientos.
    Arde mi boca en deseo
    de ser tu boca en la mía,
    el beso que en un seseo
    se escapa cual gota fría
    del vaso presa y rebosa,
    al notar con alegría
    tus labios, su alevosía,
    la cintura de tu boca,
    el palpitar de un aliento
    mientras tu pecho latía,
    volviendo fuego la roca
    que en mi pecho se escondía.
  8. Sentado en aquel banco
    mirando hacia las vías,
    llorando sus pesares
    se encuentra un verso blanco
    hurgando en la trastienda,
    de tantas soledades,
    y el eco de los días
    repite un triste canto,
    “Parece que tu llanto
    no tiene solución,
    las rimas poco a poco
    se fueron diluyendo
    cayendo ya vacías,
    huyendo de tu espanto”.

    Las lágrimas brotaban
    y el caudaloso río,
    al mar las arrastraba
    pintándolas de frío,
    y mientras se asomaba
    cubierto de rocío
    el beso que le daba,
    y el eco ya tardío
    cansino armonizaba
    de nuevo la canción.
    “Parece que tu llanto
    no tiene solución,
    huyendo de tu espanto
    se fueron diluyendo
    las rimas poco a poco,
    cayendo en erosión.

    Mas... afortunadamente
    abrió los ojos el verso
    y se sintió diferente,
    dándole salida al beso
    que depositó en su frente,
    así dejó de estar preso,
    y se lanzó más ardiente
    volviendo brasas los hielos
    nadando contracorriente,
    remontando hasta los cielos,
    Se callo el eco lejano
    y se escucho esta canción,
    “Musas acudid temprano
    y dadme la conjunción,
    que las rimas con su mano
    me traigan la solución
    para que me sienta humano”.
  9. En la estación del olvido
    hay caricias aparcadas,
    y el tren de las amapolas
    con su silbido las llama,
    y corren por sus andenes
    alegres besos con alas,
    buscando labios perdidos
    que robaron madrugadas.
    Pasan las horas inciertas
    minutos a bocanadas,
    dejando al reloj del tiempo
    sentadito en su peana,
    ruge el tic tac tras los vidrios
    jugando a las escapadas,
    con las caricias que llegan
    en esquinas rebuscadas.
    Por los gritos del silencio
    de un laberinto se escapa,
    arrollando con suspiros
    el tedio que le delata.
  10. En la estación del olvido
    están guardados los besos,
    aquellos que se olvidaron,
    en una consigna presos
    por la cárcel de los tiempos
    sin esperanza a un descuido,
    mirando, lo ya vivido
    resbalando entre los cuerpos,
    en sus traviesas hundidos
    quedan todos los recuerdos,
    pensando, que son vencidos
    por las manijas del tiempo.

    En el anden transitando
    quedan migajas de sueños,
    agarrados a las sombras
    de los vagones más viejos,
    Y ya la locomotora
    se despereza y arranca,
    con aires de primavera
    como una joven potranca,
    acelera su carrera
    para llegar a los besos
    que dejó en la carretera.