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13 de junio - Día del Escritor

Publicado por Katia N. Barillas en el blog EfÍmera ilusión. Vistas: 495

13 de junio - Día del Escritor
Antología “Devanando el Ocaso” - Reflexiones
¿Por qué escribo?
©Katia N. Barillas

A solicitud de la Asociación de Escritores de Rivera, Uruguay, a la que pertenezco y con la que colaboro, estoy elaborando esta reflexión sobre qué me inspira a escribir. Antes que nada, quiero participarles que la disciplina de la escritura, me ha servido para no acumular desechos que a la larga terminarían enfermando mi cuerpo. Escribir es para mí vaciar el alma de odios y de venganzas y de rencores y de todo aquello que corroe raciocinio y corazón. No hay nada mejor que desaguar las tristezas y dejar que ese hueco enorme y vacío de amargura, sea llenado con buenos sentimientos, pensamientos, alegrías y paz interior; es todo un proceso en que, la resiliencia me permite continuar asimilando a conciencia, el significado de las palabras: agradecer, bendecir, dar y perdonar.

Adicionalmente, agrego que, todo a mi alrededor me llama la atención, como, por ejemplo, sentir y ver pasar a los pájaros “caburé” migrar en libertad absoluta… ellos, vuelan alto y forman flechas y simulan pequeños puntos que decoran las alturas de la bóveda celeste. Son aves rapaces. Sus chillidos aturden, porque parecen gritos de muerte… al respecto, en mi análisis profundo, pregunto: ¿podrá el hombre alguna vez dejar escapar todo lo que tiene atorado y que no le deja respirar, ni crecer, ni vivir, ni soñar? Yo, por mi parte, creo ser el amanuense que en mutismo total observa por el cristal de la ventana aquel suceso semestral. No sé a ciencia cierta qué es lo que pasará, pero, la imaginación y el lápiz dirigen el dibujo de mis letras dando forma a cada palabra con el movimiento incontrolable de mi diestra sobre el papel. Es así, y, sobre el papiro inminente, veo flotar pájaros silvestres, de plumaje azul-verdoso, entonando su canto matinal desde lo alto de los árboles de mangos y jocotales y cocoteros, porque presienten ser la presa de las aves de rapiña viajeras.

Escribir es dejar fluir las emociones guardadas. La mente se da a la tarea de parir lo inimaginable y crea y funde: deseos, voluntades, fe y ansiedades. Cada escrito difiere su contenido. Unos hablan de dolos y lamentos; otros, de alegrías y tristezas, etc.; también pueden ser líneas que aroman con la exquisitez de sus versos hasta transfigurarse en una secuencia inteligente y elegante de metáforas, rimas, ritmos y moralejas… o sea, hasta convertirse en una poesía llana, tácita, transparente, volátil y recurrente, lo que significa, dejar huellas permanentes sin levantar ni la voz ni el fusil; o bien, la elaboración de prosas voraces -algunas veces- diplomáticas -otras- de esos escritos que sin tapujos ni rodeos narran fatalidades, mentiras, muertes, guerras y penas, entremezcladas con buenas acciones y lógicas falsas y verdaderas y hasta alocuciones dirigidas que hablan por los que se sienten perdidos, así, con lengua y boca, pero, sin voz ni esperanzas, porque les arrebataron los derechos y los sentires.

Quienes deslizamos nuestras plumas -derramando la tinta en cuartillas– somos como los pintores que plasman en sus lienzos, sea a colores, en sepias o en blancos y negros, lo que les aturde, les molesta, les disgusta; o bien, los paisajes que les arrancan sonrisas y los transportan a los buenos recuerdos. Los escritores como los artistas en general, tenemos en nuestras manos las cerbatanas que despedirán dardos punzantes hasta acabar sigilosamente con cualquier pájaro “caburé” y, el resto será historia, leyenda o cuento, porque de alguna manera culminará por ayudar a quienes no se atreven a luchar -como se debe- por ellos mismos y por los suyos. Acá hago mía la célebre frase que el presidente de los Estados Unidos Mexicanos, don Benito Juárez, dijera cuando se restauró la República en México en el año 1867 y que reza: “Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz.”

Escribir pues, me hace libre totalmente. Los ojos dejan de botar agua salina y delegan al numen, la creación de diatribas que coadyuven a la humanidad a pelear por: justicia, legalidad, ley, orden y equidad, conceptos que componen la “Declaración Mundial de los Derechos Humanos Universales”, ya que, a mi real ver y entender, las sociedades desde siempre son esclavizantes… no libertarias. Por estas y otras razones, hay que ser osados y hacernos escuchar sin violencia… la pluma y el papel, harán la diferencia.

www.katianbarillas.com
https://www.youtube.com/c/NOCHESBOHEMIASdePURAPOESÍA
https://www.spreaker.com/user/katianbarillas.com

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