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16 POEMAS ANTIGUOS

Publicado por Luis Libra en el blog El blog de Luis Libra. Vistas: 1120

BART Y YO, SU HUMANO

Él no promete nada
pero cumple cuando la situación lo exige.
No le atraen especialmente los debates
políticos o filosóficos,
si no vienen acompañados de un piscolabis
a la altura
de la seriedad y profundidad de la ocasión.

Sin duda prefiere la caótica distensión de las reuniones
ebrias e informales
(aun en su natural condición de abstemio),
con sus trascendentales idioteces,
despelotes ocasionales y/o humos depredadores...

Con mordiscos aleccionadores zanja
ipso facto
enervadas resoluciones de más que dudosa
verosimilitud o coartada.

Fanático de humores y nalgas.
Gourmet de suelos y viandas a destajo.
Él, que sabe la mitad de todo
y le sobra..
Él, mi viejo y mejor amigo.
Tan insumiso como cariñoso.
Tan caprichoso como transparente.
Él, ni mago ni psiquiatra
-pero lame las ruinas de mis desastres emocionales
y amortigua uno a uno
mis eventuales terremotos-

Fiel compañero de naufragios
y oscuridades varias.
No comprende la cadena evolutiva,
se la sudan la masonería, los extraterrestres
y la independencia de Cataluña.
Ni gota de poesía y le aburren
el fútbol, los realities y el telediario,
pero más sabio que una asociación de catedráticos
juntos.

Artista de la alegría.
Él no cuenta el tiempo
pero me enseña a entenderlo
mejor que nadie. Él
no me pide que deje de fumar, la cerveza
ni de escapar,
pero se acuesta a mis pies cuando mis fiebres de estrellas carnívoras,
vela mis resacas existenciales
y también las otras.

Nunca presume de nada
pero es un puto crack.
Desobedientes por principios.
Escuchamos juntos rock&roll, compartimos bares, ríos
y pizza.

No entiende de subterfugios,
tampoco los vericuetos del amor humano,
pero queremos a la misma chica.
Nos gana la primera nevada de diciembre
y los gatos negros.
A la par enseñamos, desafiantes,
los dientes a la tormenta.
(A veces él me habla y yo le ladro, entonces
me castiga con su más dictatorial
aunque breve indiferencia)

Mi mano haciendo la ola,
su nariz traduciendo el aire;
sin GPS ni inútiles mapas de futuro
aceleramos

lomo con lomo, espalda contra espalda,
siempre, como dos eternos cachorros,
tras algún palo nuevo y volador
juntos hacia el horizonte...

_______

Y SUEÑOS SON

Hay niños, ejércitos de niños,
que ya no son tan niños
pero que sueñan con cosas de niños:
por ejemplo que corren entre las nubes
(esos malditos días
en que la gravedad de la Tierra
se traga todo atisbo de fe)

Otros muchos también sueñan
que sobrevuelan el mar
escribiendo vidas distintas y fabulosas
en cada isla
en cada puerto
que se encuentran por el camino.

Y sueñan
mientras lanzan palos a sus perros,
cuando conducen ante un horizonte rojo
como sacado de un cuadro impresionista
típico de Van Gogh,
al administrar la dosis recomendada
de suavizante a sus lavadoras
o cuando algo más que sus ojos se funde
contra el cristal de la única ventana
con cielo que hay en la oficina.

Estos niños y niñas tienen sueños tan disparatados
como que son portada del New York Times
porque han inventado
la pastilla mágica contra el cáncer,
por haber desentrañado un complot internacional
para acabar definitivamente
con el sentido común,

o quizás por meter el gol de la victoria
en la final del próximo mundial de fútbol
en el minuto 32 de la prórroga...

Pero los niños soñadores no tardan
en aprender lo efímero del éxito
(y su incorregible promiscuidad),
las terribles y colaterales consecuencias
de rozar los sueños:
la inmunda causticidad de la condición humana.

Y es entonces cuando un vacío de hielo recorre
cada milímetro de sus venas,
los ideales encogen, y las playas únicas
y paradisiacas de la imaginación
empiezan a oler a moho y a huevo podrido.

Pero también sucede que algún día
una mínima ráfaga de aire se cuela por sus narices
e incendia esa boba liana neuronal
que va desde los estómagos a las nucas,
y rocía con mil hormigas invisibles
todo su cuerpo...

Y entonces uno de esos niños de repente
quiere más que nunca al paisaje,
a la persona que está frente a él;
ve dentro de los ojos de un animal
o se siente una hermosa y valiosa hoja
del árbol del universo por derecho propio.

Ocasionalmente algunos de estos niños "infectados"
arrojan sus labios contra otros labios
de manera suicida,
dicen la palabra exacta en el momento exacto.
Incluso detienen el tiempo
y se salvan así de un futuro letal
-o se desprenden de algo que era ellos
pero que al mismo tiempo no lo era-

Algunas veces descubren un idioma inédito
inspirado en la sintaxis simple de los ríos,

un perfume mágico, un sabor imposible,
un nuevo color...
o hasta un planeta que nunca antes estuvo
en una galaxia que nunca antes existió,
-y adquieren el superpoder de contagiar
a quienes están cerca de ellos-

Otras, otras se despiertan con la boca pastosa,
el alma sudada, como si arrugada,
y un viejo conocido
e insoportable olor a muerto
que tira para atrás.

_______

LOS NIÑOS QUE NO USABAN CUENTOS

Los niños que no usaban cuentos
visten hoy magias a cuadros
a juego con el áspero dragón de su niñez.

Cuando perdidos siguen el rastro de cuentos chinos
sin migas de vuelta atrás.

Y es que tan gato de piso ellos,
tan yetis de parque. Tan delfines
y leones tramoyistas (a jornada completa)
Ellos: tan duendes galliflojos,
tan conejos tuercenaipes, tan orcos picalunas.
Tan alérgicos al rock...

Alas secas de mariposa y huesos por libre
cuelgan en la pared de sus habitaciones secretas.

Un dos, tic tac, un dos, tic tac...

Sus latidos de percusión desfilan
al croar de ranas perennes
y desencantadas. Enanos grandes
tras manzanas tóxicas
hipotecadas al árbol de los ojos hundidos.

Y viven y mueren.
Y mueren y viven
al son de banderas impermeables al viento,
de reinos piramidales
o brujas herederas
de algún holding de escobas.

Los niños que no usaban cuentos cazan hoy
ballenas invisibles
con sus afilados corazones
de estalagmita inoxidable.

Y son ese pirata cojo
y desfasado detrás del espejo,

y tienen raptor-socios con la boca enorme
llenas de colmillos desmontables

y siguen apostando por el latifundismo
especulativo de la calabaza feliz,

invirtiendo hasta el último céntimo de sus sueños
en la industria cárnica del unicornio.

_______


GÉNESIS DE UN NAUFRAGIO

Acomodados en famélicos pedestales
donde se embotellan los sueños
y fermentan sus genios embarrilados.
Presidio voluntario en oxidadas órbitas.
Marineros de secano, erudita ignorancia.
Sabiduría de grifo
vomitada en velatorios tabernáculos.
Bajo nubes ornamentales de un cielo plastificado,
improvisando raíces en tierra calcinada
flores negras fueron la mercancía.
Dinamita biliar por nuestra deleble causa.
Aprendimos a volar con la velocidad del rayo
y sin alejarnos de casa. Consumimos
en bloque siglos de pensamiento
con hedor a naftalina, descubriendo
horizontes alrededor de una vela,
a través de la reveladora mirilla de su llama.
Jugando al amor aleatoriamente
sobre isobaras de deseo y ternura
(en jornadas de leyenda) Enardecidos
con un streaptease de sombras.
Invocando el abrazo del viento, y medicando
en la estética virtud su exceso, escribimos
versos desrimados y desalmados.
Afiladas lenguas en gargantas de hojalata
eyaculando ideales tras preservativos de labia.
Reinventamos de amnesia el arte
de la resaca crónica, profanamos la inocencia
entre lunas y gasolinas, al amparo de balsámicos
acordes de Dylan y comburentes delirios clashianos.
Despertamos con el rifle del nuevo amanecer
heridos hasta el alma.
Génesis de un naufragio, crónica de luceros.
Quién sabe dónde terminó la noche.
... Cuándo comenzó a sangrar
inevitablemente el alba.

_______

UNO DE PIRATAS

Naufragado amputado y abordado
una y mil veces
Se desbarata el sol en este tugurio
portuario entre dos mundos
No se escucha ya su canción
ni la voz de ella entre la espuma
o en el remolino sordo y voraz
de sus noches

Viento a presión
Lluvia trucada en las venas

Apretando mandíbula las muelas últimas
se parte el alma por la mitad:
La vida es un bocado jodido y agridulce
por el que no vale la pena
gastar demasiada saliva
solo unos sorbos de buen bourbon para tragarla

Eso pensaba el vencido pirata Drake
antes de intentar arrancar la oreja
del cabrón y petulante tabernero
con estetoscopio al cuello
mientras una vieja arpía vestida de blanco
le clavaba a traición
un misil de valium en la nalga derecha

Junto a él un pequeño y alegre beagle
de nombre Rufo
al fondo peces voladores sobre olas amables
llenan ahora el mar ingrávido de sus ojos.

______

BLA, BLA, BLA

Siempre hablé más de la cuenta.

Tanto, tanto,
que un día las moscas quisieron construir
una urbanización con sus calles, sus avenidas,
sus zonas verdes, su centro comercial
y hasta sus pisos con garaje y trastero
dentro de mi boca.

Mentí como un sucio bellaco.
Grité verdades como los puños de Mazinger Z
(a menudo fueron solo gritos sin más)
y también dije silencios como castillos,
piedra a piedra, y yo,
tan obcecado, tan inagotable,
sin parar de repetir silencios,
uno tras otro,
como una porno-star en misa,
como un político enchufado a la máquina de la verdad,
como un loro cabreado con el mundo...

Eventualmente de mi boca brotó humo,
humo y niebla articulada que no me dejaban ver
más palabras que las mías.

Provoqué alguna minirevolución
que no duró más de una noche de borrachera.
Vendí la luna a los hombres lobo
y el arco iris a algún ciego.
Conté el mar a los escorpiones
y la electricidad a los locos de las luciérnagas.

Era capaz de tejer discursos que paraban al viento,
de escupir monosílabos imperativos como katanas
o de recitar en el idioma de los sauces y los contenedores de basura..
Capaz de susurrar teorías magistrales en futuro
que fundían las tierras más frías
allá por las distancias más cortas.

Alguna vez se me escapó el corazón
al querer hablar
y otras incluso vomité el alma por las aceras.
Hablé bajo el agua, y me ahogué con el eco
inverosímil de mis palabras.
Muchas veces la cagué
con un laxante de subjuntivos imperfectos,
otras perdí la lengua
en la gravedad que otorga e impone la sed de los vermilinguos.
Y no pocas, mis palabras fueron boomerangs
que me rompieron el pecho -y casi la boca-.

Pero no, no lo hice;
yo, copiloto a sol y sombra de mis palabras,
nunca me callé
(ni tampoco fui justamente remunerado por ello)

No, sinceramente, nunca me callé...

Salvo cuando alguna vez tuve que decirlo,
cuando de verdad tuve que decir
esas dos palabras mágicas e insustituibles,

y que hoy tan solo puedo justificar diciendo
que en plena vorágine catatónica
e implosiva,

aquellos instantes me quedé mudo
como una jodida piedra.

______

POLÍTICAS

Las chicas de izquierdas inhalan polen,
liban miel de cebada (a veces se empachan)
visten revoluciones holgadas, aman el algodón
no se dejan convencer después del alba,
se saben atractivas en altas velocidades
y traducen filosofía y el deseo a luz natural.

Las chicas de derechas tiran de channel y pin
raquetas, ansiolíticos y cigüeñas;
pintan muslos de brillo y nylon,
te cazan al mínimo pestañeo,
diseñan jaulas dulces
y calzan tacones y bolsos a juego con su humor

Ambas adoran el aloe vera y el sushi
y también a los perros (pero con distinto collar)

Ambas luchan, besan y lloran por igual.
Ambas derriten inviernos sobre la raya de su tanga
-inmejorables malabaristas-
Ambas saborean las líneas de sol
entrepersianas, les excita la voz del agua
y la limpieza en casa ajena.

C'est la suprême conspiration politique!

________


ALGUIEN, ALGUIEN Y OTROS

Ayer lunes
alguien fue arrollado
por un convoy de estadísticas
y desarraigos
camino de la oficina.
Ese alguien que busca a Dios
cada mañana
entre los posos mágicos del café
y las páginas de un periódico
de centro arriba
centro abajo
(y nunca llega a la mitad)
en cualquier destello de calor/color
(y a veces lo intuye)

Un alguien que viaja cada día
por una urbe mecánica
desactivando sombras,
hiperventilando brillos y humos
que ulceran
o se deshacen
en la memoria instantánea y selectiva
de su disco duro
a golpe de rutinarios cortocircuitos
y vapores R.E.M.
alguien que acaricia alternativas fugaces
con el horizonte gris de sus dedos,

que ríe, calla y muere en mayúsculas,
que vive y llora en el sótano florido
de alguna montaña de cristal opaco.
Ese alguien que muda de alma
injustificada y aleatoriamente
en turnos de ocho a mil horas
y muy rara vez la despliega
sobre sus labios
(por aquello de la estética post-romántica
y el flato racional)

Ayer lunes
alguien sangró en azul,
meó mil resacas fértiles,
sudó olas gigantes,
caracolas parlantes y erizos
hasta edificar un mar dudoso
pero hermoso y paliativo
a su alrededor.

Hoy martes
otros alguien van y vienen
esquivándose
y atravesándose
en esta época del año
cuando ya empiezan a parpadear
sin criterio ni control
las estrellas y los neones,
a repicar el cartílago
y a diluirse las conciencias
Cuando parece que ya no quedan esperanzas,
voces,
ni motivos de repuesto
para prender ningún arco iris
que justifique algún mañana diferente,
especial,
o cualitativamente mejor...

Pero hoy martes, al Sur,
otro Alguien ha roto la semana,
ha hecho temblar las conexiones del aire
en este hirsuto abril.
Este Alguien ha resuelto
resucitar del espejo,
desprogramar su pulso,
cambiarse de piel;
tatuarse:
Avión
África
amor
Solidaridad.

Ha dilatado la mirada
Un cielo lejano y tóxico
le ha llovido ácido
Ha herido sus ojos,
y de repente ha vuelto a ver.

... De otros:
almas y nombres
rodaron semana abajo
en su ciudad de arena
y polietileno,
hasta desaparecer
por el Retrete
más confortable
y reluciente
de toda la humanidad.

_______

TONTO CON SUERTE

Y es que no hay cosa más desquiciante e injusta
en el mundo que un tonto con suerte.

Los hay de toda condición, género,
aspecto, nacionalidad y nombre.

Capaces de hundir en el pozo oscuro
de la depresión al más fiel devoto
del paulocohelismo, los spots de cocacola
o las 7 infalibles preguntas aristotélicas;

de incitar al suicido a los fanáticos
de la razón pura, del mindfulness
o del retiro espiritual a jornada intensiva
en los milenarios templos de Katmandú.

Superdotados
en la inexorable ciencia de la lotería navideña,
los sorteos benéficos y el euromillón.
Muy capaces de lograr el premio especial
en La Ruleta de la Fortuna,
de encontrar el tesoro de Barbanegra
en el viaje fin de curso a Tenerife beach,

incluso ser portada de la prensa internacional
por aplastar -y salir ilesos- al abominable asesino
en serie de guiris con tetas aumentadas
tras una politoxicómana sesión de balconing
en aquel hotel low cost de Magaluf.

Muy capaces ellos de ser el único superviviente
en un desafortunado choque de aviones
o el único sujeto inmune
contra la mamma de todos los virus,

y hasta de atrapar en las ardientes
y sedosas redes del amor
un lunes de tormenta apocalíptica
a ese clon de Julia Roberts,
(poseedora del culo más perfecto
de este infame lado de la galaxia)

Y pensar que un día yo fui uno de ellos,

... y su puta madre, ¡qué mal lo aproveché!

_______

LOS ELEFANTES NO VUELAN

Me decían que los elefantes no vuelan,
que la cerveza y las drogas te dejan gilipollas,
que la velocidad y el desorden matan,
y que en los espacios cerrados
sobreviven más razones
acordes con los intereses de las minorías
(evidentemente la suya)

Que escale libre sus círculos,
imite sus vidas y muera en sus muertes;
que sueñe sus supersónicos Ferraris,
traduzca (y respete) sus silencios
o ponga música a sus patentados subterfugios...

Juraban que ellos tenían el arsenal,
los pozos de azúcar y de combustible
para los que van con la reserva escasa,
que si no me gusta el brillo
también tenían sombras
de todos los tamaños y negros posibles.

Entonces la vi. Hablamos
sobre la fotosíntesis de los escondites,
algoritmos nocturnos y las heridas del sol.
También sobre cielos underground,
de espumas y burbujas, de perros y gatos,
de distorsiones y timbales
y hasta de nuestros suicidios favoritos.

Y sí, tenían razón, los elefantes no vuelan,
pero alguno se fue con la nariz rota,
y yo borracho, (también con la nariz rota)
pero con mi mano dentro del bolsillo
trasero de los levis de Raquel,
la chica más atractiva
y alucinantemente inusual de la fiesta.

¡Jóder, qué tiempos!

______

DE GORRIONES, TOCINO Y LA VELOCIDAD DE LA LUZ

De entre mis múltiples observaciones existenciales
hoy deduzco:

que los gorriones de ciudad
son más osados que los camperos,
adaptándose mejor al medio extraño
y empatizando en mayor medida
con especies diferentes a la suya.

Que el lobo feroz, el oso amoroso
y el elefante glotón
son radicalmente exterminados,
de común acuerdo, en ambientes rurales
no protegidos,
al igual que cualquier ente nuevo
que interfiera de forma inmediata
en la bucólica rutina del gran jefe humano.

También, que el pan de pueblo está más rico
y es más sano. Que ahí no existen
miniperros con bufanda ni jerséis,
y sus pintores y poetas son retratistas
encarnizados y líricos hasta la extenuación
de su entrañable hábitat
(o que en el campo el feminismo resulta castrante
y atenta contra el entramado supervivencial
de la feliz familia Ingalls de turno)

... Pero por otro lado, el tiempo,
visto a largo plazo, es más próvido
cuando corre más despacio.

Asimismo, y sumergiéndonos en latitudes
de carácter biosociológicas,
se diría que las apreturas demográficas,
la polución atmosférica y el stress,
a pesar de la machacona
y estúpida publicidad reinante,
exprimen más las neuronas,
aunque a la vez complican y acortan la vida
(pues el paraíso rural tiene más efectos
conservantes que los ultraprocesados
para microondas del jodido Carrefur)

Lo cual, matemáticamente hablando,
nos llevaría a que
X e Y son como E.T. y el dinosaurio,
o sea, que uno tiende al infinito
y otro se duerme en él.

O finalmente, y expuesto de manera más sencilla:

que los gorriones de pueblo nunca probarán el sushi,
y aún menos verán
un concierto de los ACDC
mientras disfrutan de una bonita sesión
de sexo oral desde el balcón de un décimo
y junto el hocico arrugado de una gárgola
bicentenaria, colocados hasta las cejas
de monóxido de carbono y NO2

gratis bajo la luna.

______

EXTRATERRESTRE

En la cara oculta
de cada uno
de mis satélites
inacabados,
en el océano
más meridional
de mis lágrimas.
En la sangre
de cisne
más grumosa
que fluye
de mi silencio.

En la pupila
reptil
de un cóndor
sin andes,
en el huracán
que hiere
los manglares,
en la Pampa
de mis dudas.
Girando entre
la duna
del remolino
de mis sueños.

En el Sáhara
de mis versos,
en los lunares
libidinosos
del pensamiento.
Entre las llamas
clientes
de mis horas.

En el ecuador
de mis polos,
en el límite
de mis venas.
Entre las encías
de tus viñedos,
deshojando
terrateniente
poros y besos.

En la sierra lenta
y agraz
que me recorre
y me esconde,
en la espesura
de la selva
de mis secretos.
Tras el pozo
más contaminado
del espejo...

Habita entre nubes
sembradas de tormenta
el polvo de mis estrellas
peregrinas.

Como un extraterrestre
lejos de su planeta,
la esencia que me conjuga
y me delata,

... mi yo verdadero.

___________

DEPRESIÓN

Hoy,
estoy tan cansado que no puedo ni dormir,
tan vacío que no me cabe nada dentro,
tan triste que no puedo ni llorar.
Tanto frío tengo, que podría hasta quemarme.

Hoy,
estoy tan muerto que no me puedo ni matar,
tan hundido que no me puedo ahogar,
tan derrotado que no me puedo ni rendir,
te echo tanto de menos...
que no puedo ni recordarte.

(Menos mal que ya no es hoy)

_______

TRAS EL TELÓN

-Cuando el orgullo es un lujo,
y la vida rima con dolor-.

Vagabundo chaval:
¿no te sientes bien?,
¡tú...! lunático corresponsal,
desahuciado de instintos altruistas,
vacunado de meditación,
enganchado a huir,
insumiso a reventar,
¿dime qué deseas?
ángel de coral y marfil,
suicida potencial.

Que yo escribo para sobrevivir
y para amainar diluvios,
que sé que tú lloras
para evitar que se seque el cáliz
que riega tu capacidad.
La aridez de tus quejidos
simula estoica apatía,
pero yo sé que solo gimes,
solo para poder mejor respirar.

Dame, arquitecto del sol,
un abrazo tuyo,
o una escuálida migaja
de tu luz.
¿Habré de romper esquemas,
defenestrar moldes,
deshojar enciclopedias...
(o simplemente
encender la tv)

¡Dejadme que disfrute
maestro de duendes,
abono de tertulias!
Que ya arrastro como yugo
por el ruedo mi condena.
Algún día hincaré mis sueños
ya huecos entre el polvo,
como una pompa de jabón,
sin un ruido explotaré
y desapareceré sin más.

Tan solo te pido
que no amputes mi magia
ni escarches mis abismos,
que no me des con cuentagotas
tu erudita y arcana solución.

-----------

¡Ay, novia del mar!,
tolera mis defectos,
que ya son de ambos;
yo no te voy a discutir
ni un solo renglón.
Sé que a tu originalidad
llaman impertinencia,
y que soplar contra el viento
no nos puede ayudar,
... que en este injusto teatro
tú y yo esquivamos
dardos envenenados,
aprendices necesitados somos:
unos de pan y vino,
otros del aplauso final.

Adoptada hermana:
hoy el alba me ha hablado
de un mundo al revés,
que tu honradez es visceral.

Y vuelvo a descubrir
desgarrados y caducos
mitos insolidarios,
desarraigada mi religión.

Y vuelvo a repetir
que somos iguales
y tú vuelves a insistir:
¡Jóder!, ¿qué sentido tiene vivir?

Y no creas lo que te diga
un rompecabezas chillón
o una caracola vacía
arrancada de su hogar,
que en este apacible día
necesitaba insultar.

... Que sé que hoy
sólo añorabas, amiga mía,
en este día sin bagaje ni horas,
arropar una vez más
tu tristeza con mis labios;
y prestarme sin paréntesis ni atrezzos,
bajo las sábanas
de este crudo invierno,
solo una vez más,
tu último reducto intacto
de corazón.

__________

GENIO GENTIL Y SIN GLORIA

En lienzo de zafiro
y efervescente algodón,
minúscula uve negra
planea hendida y lejana
sobre el cano albur
de un genio y su crin.

Elfo moderno,
deambula distraído.
Loro racional,
de anónimas profecías
recita sin cesar,
sobre endriagos de fábula
de la biblia y del Nepal.

Fósil con vida
de nombre, Tesón.
Esclavo de druidas;
de ímprobo ayuno.
Simboliza el olvido;
de torcido azar.

Urde utopía,
clama respuestas.
Abandonado por su dios,
obsesionado por la paz.

Pobre hombre
de arrugadas pupilas,
timoneas ebrio de angustia
y en tu estridente silencio
vuelves a resbalar.

Indignado reniegas,
pues el aquilón
nunca te vino a saludar.

-----------------

¡Ay!, termita soberbia
y oscura,
oriunda de cuevas
de una ciudad maldita.

Con turbia saña
devora venas raídas
agotadas de predicar,
que son de esa materia amorfa,
... de ese espacio infinito,
que la mayoría del rebaño
jamás comprenderá.

__________

POR OTRO INSTANTE

En una espiral de vueltas y vueltas
aterriza sin avisar
y con pelo alborotado.
Sonido de cine,
ni caso a la gravedad;
flotando desde una siesta,
¡recién despertado!.

¡Plás!, ... dijo un cuerpo;
cayó algo más en esa alameda.
Enfermo de juventud,
esguince de corazón,
y apareció desde la nada,
... allá de repente.

¡Es materia incandescente!,
lo hubiese jurado.
Virgen crepita la llama en sus pupilas.
De humos traviesos,
personita desbocada,
con melena despeinada
y un grano malvado,
allí cae la otra, como loca,
muy deprisa.

Tan frágiles como copos escarchados,
desatados como un ciclón.
En yeguas estrepitosas,
protagonistas de comic,
galopan sin frenos.
Ceñidos y desteñidos
lucen los jinetes
de su misma piel sus vaqueros.

Por otro instante,
antes de las doce,
baila a mi alrededor la más preciosa
y de genio sobrado.
En esa alameda baila un pirata tramposo
en una noche encantada,
cuando aúlla la madrugada,
con toda una princesa.

________

200 ASIENTOS VACÍOS

Doscientos asientos vacíos,
y no caben en ellos cuatro cuerpos
aún vivos.
Cuatro corazones como cuatro aviones.
Cuatro corazones que aún dicen,
que aún brillan,
que se desangran...

Ocho manos,
ocho pulmones,
que regalaron hasta la última gota
de su llama,
de su aire,
a los herederos vitalicios de esa miseria
que devora
sin dejar esquela ni rastro,
(pues la otra, la de verdad,
reside en destino).

Turbulencias en lo llamado humano.
¡Overbooking de sinsentido!

Y es que son de tierra equivocada,
de una extraña tierra donde se regala
sin pedir papeles,
donde todos son nada,
donde la burocracia ya es
demasiado tarde.

Escupidos y abandonados
a la suerte
de los miserables.
Habló...
¡Imploró!,
a los miserables que reparten
la suerte.
Ella pidió solo cuatro asientos,
solo cuatro asientos más,
¡cuatro asientos vacíos!:
su inviable derecho de compasión.

Solicitud denegada
desde el cuero gris oscuro de los ministerios,
donde las cruces de los despachos
son de mármol frío,
y no salpican su sangre
las paredes de los barracones,
(que aun en su fiebre terminal
sudan esperanza)

Ella derramó su penúltima plegaria
sobre los dioses de la Tierra:
su legítima y desesperada
demanda de auxilio.

Pero no sirven futuro en tercera clase.
No quedan billetes a la vida
para los últimos de la Tierra.

Otras latitudes les acogerán
en su reino sin bandera.
En éste no hay sitio,
cielo
ni piedad para ellos.

Doscientos asientos vacíos,
doscientos mil aviones vacíos,
omiten la vergüenza,
porque cuatro extranjeros
encallados,
cuatro moribundos
que gastaron hasta la última fracción
de su aliento
por el prójimo,
(y porque otros millones
sin voz),
no pudieron acreditar
un puto pasaporte
hacia la vida.

_______

EN EL CUARTO DE BAÑO

Corríamos hacia el espejo
para ver quien se escondía detrás;
los espejos no son ventanas,
pero no importa
si no te quieres asomar.
Corríamos juntos,
sentía tu presencia,
y entre el vaho de nuestra fatiga:
más cierta...,
más nítida
que nunca nuestra humanidad.

Colores fríos,
geometría irracional .
¿Eran uno?, ¿eran dos?,
soles eléctricos. ¡Grifo nuclear!,
éxtasis precoz,
(digitales las sombras),
... sonrisa cuántica;
solo de pensar,
cuando me acercaba,
éramos más densos,
más grandes,
no hacía falta,
falta ni soñar.

Éste es el lado bueno,
dame la mano Sara,
apaga el tiempo,
y déjate llevar.
¿Te gusta lo que ves?,
somos impulsos reciclados,
como cien caballos desbocados,
somos aliento que empapa la oscuridad.

Somos lazos de energía,
¡gutural suspiro de luz!.
Hechizadas y unidireccionales
veletas
a pelo cabalgando
-entre espumas y vapores-
a lomos del huracán.

¿Y qué es una gran historia
sin un impactante final?,
y en este tangible
y jodido mundo,
¿qué es lo que más importa?
¿el argumento,
la caja de madera,
o el arte del contar?.

Y corríamos hacia el espejo,
¡y cómo no!,
resbalamos con el jabón,
tropezamos con el váter,
y a puntito de atravesarlo,
nariz con nariz,

¡... nos cargamos el cristal!

________

HOY YA NO

No dictó sus versos hoy la noche,
no dirá hoy la niebla en el torcal
de mis horas su tristeza.
Secó el rímel que lloró abismos
en el trasluz de las ventanas,
resucitó aquel carmín que nunca murió
en las latitudes de los espejos.

Hoy ya no chirrían ocres de pasado
bajo la almohada.
Ya no quedan castillos por deshacer
en la agenda
ni cláusulas de mañana. Hoy
sabe a sur el aire, huelen
a pan reciente y óleo fresco las calles.

Llovió la primavera su esperma vital,
sus olas succionaron el liquen y la sal
de los arrabales de mis huesos.
Ayer sangraban cien gaviotas a la deriva
sobre un océano de hielo,
... satélites hoy, orbitando
como un carrusel de estrellas dormidas,
los márgenes de mi purgante olvido.

Asoman nuevos cauces y nuevos tallos
desde las alcantarillas de mi pecho gris.

Un arco iris nacido en invernadero
coloreará de ríos y nuevas flores
las artesas que escondían la semilla,
entre el polvo de aquellas lunas
que endurecían la mirada
y confundían los sueños.

En la poesía que se enreda en las venas
cuando el viento silba
pareciera que hoy me tocara dios
con la yema de los dedos.

_________

UN NÚMERO MÁS

¿Quién te ha mirado mal?
que sus razones te han matado,
(negra razón que escupe tu tierra),
... aunque solo por error.

Balas cruzadas tu pueblo han humillado.
Si tu sangre no vale nada,
¿por qué brota tanta?.

Trozos de carne y metralla
en el imperio del horror.
Un instante te mordió;
un reguero de vida
tiñó esa calle corta
y sin salida
que durante nueve abriles
fue avenida infinita
de tus lunas y juegos,
aquel oasis almibarado
e irrompible
de tu reino infantil.

Dos lágrimas de dolor y miedo,
dos minutos de sueño y frío,
y otra risa se apagó.

Ni todo el calor del desierto
te impide temblar,
y tú no querías
ser protagonista
de este film tan real.

Puta cigüeña que se equivocó
en yerma cuna fue a aterrizar,
en vez de sonajero y savia de pezón,
solo traía ayuno,
y moderna munición.

Pobre niño pobre,
entre balones de papel,
y machetes sin final.
Mañana ya no te dolerá
y a mí se me olvidará,
pero liberarán tu nación,
que nunca fue
ni hubiera sido tuya.

Mañana descansarás
feliz, eterno,
sobre el rocío puntual
e indescifrable de un vergel,
y aquí no quedará
ni tu mala suerte,
ni rastro de las promesas
que unos y otros
os hicieron creer.

Y aunque nunca te conocí,
quiero creer que sobrevivirás,
libre como un delfín de mar,
en un océano que nunca viste;
y desde allá te preguntarás,
si mereció la pena
aprender esta lección;
para haber nacido en esta tierra maldita,
haber sido algún día mayor.

________

Y TODAVÍA

Empañé mis pupilas navegando tu aliento,
anduve ríos de luz descifrando tus lunares.
Escorado de cuna, adicto
al país de los sueños,
desgasté hasta mi sombra
entre los ripios de la noche
y homenajes a primaveras.

En la trastienda del astillero
donde fletábamos
lunes de besos y cereza,
desde los estigmas de mi reflejo,
allí donde legislan los albatros,
(como un inexperto imán de olas)
deshojé tus corales,
ulceraron su cuarzo mis alas
y se envenenó nuestro cielo.

Fumigué el último rosal
de mi jardín de dunas.
Agotado el cupo de mi magia,
noqueada en la lona mi rebeldía,
el púgil pigmento de nuestra risa
... la pirotecnia de nuestras noches.
Con el precinto de la excusa
secamos hasta la última gota
que regaba esa ingrávida vid del deseo.

¡Cuánto que no me ducho de luna
con la esponja de tu mirada!
¡Cuánto que no ronronea en mis oídos
la música de tu boca!
¡Cuánto que no hierve el mercurio
de mis venas!
que ya ni recuerdo el código genial
que emanaba tu silencio.

Descorchada la lámpara
de mi vejez prematura,
sumergida la llave de la nave
de mi destino, como lata vacía
sin decoro, ruedo por la cuneta.
Espero mi turno en la reventa
de la felicidad, en este/otro marzo
de mi decadencia. Expuesto
en la vitrina del olvido
se dobla el párpado de mi prórroga,
y convulso claudica el arterial fuelle
que oxigenaba mis amaneceres.

Entre asilos de juventud y antifaces
de poeta, entre granizos de cal
y faros como antorchas,
suma dioptrías el ángel que me guarda,
tropieza con las farolas, borracho
de mi mano, el lázaro que me guía.

Sobre el pubis de mi insomnio,
en el ocaso del trayecto,
anochece y se acaba mi tinta;
pero todavía entre las pestañas
de una nube de cemento,
tras las costillas de este búnker
de blindada tristeza,
todavía mi tormenta escupe versos,
aún sus paredes exhalan vida
... y todavía sangran mis estrofas.

______

DÍA A DÍA

Día a día
trepará el tallo emergente
entre cuatro paredes,
buscando algún sol
aunque se tuerza el cielo.

Escondo mi tristeza
tan dentro a veces...
cuando niebla sólida
que no es aliento,
insonoriza tu fragancia
y colapsa mis sentidos.

Día a día,
como guirnaldas de acero,
me firman escarpias en la espalda;
cicatrices compañeras son
huellas de mi vorágine,
postales de mi carga,
peaje de mi desacierto.

Elijo levitar en un crisol
de crepúsculos y violeta,
aunque al despertar
se difuminan los sueños
y escuecen más las heridas.

Día a día,
te invento en mi horóscopo,
buceo entre tus veredas,
desorientado de tanto buscar
en un laberinto que marea.
Y harto de atesorar sombras,
exijo mi legado,
rememoro mis anhelos,
y ensalzo mi pasado,
repitiéndome incandescente:
¿Qué es lo que veo?,
¡tan majestuoso y tan insignificante!,
¡tan sabroso y tan amargo!

Día a día,
insomne o soñando,
busco aquel astro,
yo siempre de vuelta,
... él siempre tan lejano.

_______

BLANCO Y NEGRO

Nacieron sanos
sobre cimientos enfermos,
suburbio marginado
donde el metro no llega.
Nacieron ordenados
en sus barrios los obreros;
esperanza de rosas,
prisioneros sin celda.

Aroma a celtas y caña,
qué, como fueron educados:
sacrificados y generosos,
agradecidos inquilinos
enjuagando albas
y tendiendo sueños
en sus calcadas torres
de pletóricas madrigueras.

En el descampado de al lado
de la torre de la iglesia
jugaron unos labios,
conspiraron sus lenguas.
Cerrados los ojos,
imantados sus cuerpos,
una noche de noviembre
como de primavera,
ardieron en aquelarre
de madrugada los pecados
y caducaron sus credos.

Desde su nuevo color
los condenados a inflexión
corearon abrazados el himno
de su recién bostezada libertad,
y asaltaron al fin
el jaral de sus cadenas.

Retumban los tambores,
los fantasmas se tambalean,
quizá sea el ocaso,
o casi extinto su eco,
que habla de tu vida,
de una juventud castrada
entre hedor a nodo
y cremalleras de silencio.

Mi querido pueblo unido,
bailaste en otros sesenta.
As de corazones retranqueado.
Yo sé que después del fútbol,
cuando nadie te vea,
brindarás otro domingo
por tus viejos camaradas,

y ahogarás en el mismo vino
esa lágrima cabrona,
el áspid de tu rabia y tus carencias.

_________

SUCEDÁNEOS DE FELICIDAD

No son los héroes como me habían enseñado,
no es más frío el invierno que tu indiferencia.
No es tanta su integridad ni tan viles sus culpas.
no se es sabio por viejo ni justa toda sentencia.

Envenena igual la soledad que la cama más llena,
cuando ya no te gusta el juego,
si no eres bella ni bestia.

El amor no garantiza la felicidad,
y es insoportable la paciencia.
El sexto sentido solo es terquedad
si no aciertas en la ruleta.

¿Renta más asumir la derrota
o evaporarse en la atmósfera,
en un cielo despojado de turbulencias,
colmado de arpas, ... falto de celos?.

¿Prueba más ser protagonista de norias,
de remolinos y poesía vacía,
sin revolver los escombros,
sin rebuscar en las esquinas?

¿... sin afán de conquistar,
de morder ninguna costa?

________

F.S.

Orgullosa cigarra: envidia de la ciénaga.
Equilibrista del abismo, motor de mareas.
Eras tú quien con descaro libaba
el corazón de las mariposas.

Sí, ... ¡tú!, seductor de sirenas,
que desenterrabas estrellas en playas
minadas de narciso y porcelana, y al oscurecer,
escanciabas su brillo
y las arrojabas al cielo de vuelta.

Agotando amaneceres, regando con el blues
del ocaso tus venas, alunizando entre lineas,
alucinando con la aurora.
A pecho descubierto secaste ríos de saliva,
a tumba abierta desnudabas
de grises la tormenta.

Bebiéndote a chorro las noches
te intoxicaste de luna, fumándote
la espuma de las olas se te atragantó la vida.
Fuiste eco de rapsodia, arroyo de nadie;
fuiste el verso negro, que desrimado,
escapó de la poesía.

En un país sin sombra, linaje de don Juan,
espíritu de mimbre y golondrina.
¡Maldito fue el reloj!, te adelantó
sin intermitente y por la derecha.
Nunca te pesaron credos ni bolsillos,
fue el azogue de los sueños
tu mas valiosa moneda.
Jamás anhelaste dejar raíz
ni huella alguna.

Campanilla voló
detrás tuyo el día que te fuiste,
cuando vino el pirata cabrón,
aquella tarde de perros,
a cobrar su última y definitiva deuda.

______

EL REINO DEL ESPANTAPÁJAROS

En los índices que prefijan la ilusión
convergen en su esencia los hitos
de una verdad interdicta:
La insoportable impasibilidad que diseña
el equilibrio del mundo,
aun cuando amanece y no recordamos
los reversos de la memoria.
Las coordenadas de un horizonte abatible
ya intuían las orillas de un continente
cimentado sobre avales de efluvios y paja,
de un mar ahogado
bajo la efervescencia de su propia espuma.

Creímos poder mecanizar las escaleras del cielo,
gusanos del azar fuimos, deshojando la morera
de un dios dormido.
Boqueando tras la huella del diluvio,
-como estatuas de agua sedientas de sal-
evaporamos transparentes las premisas del futuro
frente a un sol rabioso, que derretía
el contorno impuro de las piedras.

Te hablaría de miedos más allá de las cortinas,
te diría de noches que nunca supieron de estrellas,
de fuegos enquistados en gargantas incombustibles,
de clavos que florecieron
entre las vetas de unas manos sin líneas.

Te contaría que encoframos de pájaros
el monótono adagio de las horas,
cuando se esfumó de nuestras pupilas,
(como una errante mariposa de arena)
el idílico e indivisible usufructo de los días.
Que despertamos de un sueño encantado
sobre el hemiciclo de una acuciante realidad
-ajena y marchita-.
Y cuando al fin secó la fuente de todo milagro,
nos mudamos a los confines de una tierra
preñada de sombra y cantiles.

Y es que fuimos impertinente aguacero
que nunca entendió de estaciones,
que quiso dotar de lluvia a los cirros
y de color a las urracas.
Predadores del instante y el silencio.
Hijos bastardos de la abundancia.
Arquitectos y sangre del paredón
donde se fusilaron con lascas de hipotecados ayeres
los axiomas de un embargado mañana.

Porque somos horma de nuestros barros y delirios,
piel y pulmón de nuestros entrañables fantasmas.
Esquirla de cada uno de nuestros vergeles e infiernos,
viajando en aviones de papel
desde el hangar de la saciedad y su febril mansedumbre,
-en alas de un precoz inconformismo-
provistos de un paracaídas de humo
volando a ras de las llamas.

Porque lucimos los galones de un espacio imaginario
en las trincheras de un tiempo desnortado y fallido.
Desertores de una causa perdida desde el primer disparo,
ondeando la bandera de un reino sin aire,
cual ejército de ilusos espantapájaros
intentando espantar el ocaso,

hartos de la batalla,
hartos de la cosecha,
hartos del hartazgo.

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