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BORIS VIAN

Publicado por Paco Valiente en el blog El blog de Paco Valiente. Vistas: 851

Boris Vian nació el 10 de marzo de 1920 en Ville-d’Abray y murió en Paris el 26 de junio de 1959, a los 39 años. Tuvo una vida breve e intensa, caracterizada por una versatilidad realmente extraordinaria. Vian se graduó de ingeniero, pero fue, además, músico de jazz, trompetista, compositor, crítico musical, novelista, traductor, poeta, letrista de canciones, actor, dramaturgo, etc. Noël Arnaud, en su libro "Les vies parallèles de Boris Vian" se refiere a esta multiplicidad de actividades y facetas que hacen de Vian un verdadero todo terreno, alguien que como se diría en el argot del flamenco “toca todos los palos”.
Los poemas de Vian tienen un carácter provocador, surrealista, si se quiere, y muchos son una especie de intento de “épater le bourgeois”, de suscitar el asombro e incluso el repudio de las mentalidades bien pensantes que se mueven siempre en el circulo vicioso de las ideas aceptadas por todo el mundo, lo que llamaríamos hoy el pensamiento políticamente correcto, de los pobres de espíritu. Veamos:

MORIRÉ​


Moriré de un cáncer en la columna vertebral
Sucederá en una noche horrible
Clara, caliente, perfumada y sensual
Moriré por emponzoñamiento
De ciertas células poco conocidas
Moriré por una pierna arrancada
Por una rata gigante salida de un agujero gigante
Moriré de cien heridas
Porque el cielo caerá sobre mí
Y se romperá igual que un vidrio
Moriré a causa de un grito
Que hará estallar mis tímpanos
Moriré por magullamiento
Apaleado a las dos de la madrugada
Por matones calvos, indecisos
Moriré sin darme cuenta
Que muero yo moriré
Enterrado bajo las ruinas secas
De mil metros de algodón hundido
Moriré ahogado en aceite sucio
Pisoteado por bestias indiferentes
Y, poco después, por bestias diferentes
Moriré desnudo, o vestido de tela roja
O metido en un saco lleno de hojas de afeitar
Moriré quizá sin haberme puesto
Barniz en las uñas de los dedos de los pies
Y con las manos llenas de lágrimas
Y con las manos llenas de lágrimas
Moriré cuando me despeguen
Los párpados bajo un sol rabioso
Cuando lentamente se me digan
A la oreja maldades torcidas
Moriré de ver torturar a niños
Y a hombres asombrados y pálidos
Moriré roído vivo
Por los gusanos, moriré con las
Manos atadas bajo una cascada
Moriré ardiendo en un incendio triste
Moriré un poco, mucho
Sin pasión, pero con interés
Y luego, cuando todo haya terminado
Moriré

Boris Vian
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