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Celeste - 2 - (Novela corta)

Publicado por Céu de Buarque en el blog La Brava. Vistas: 694

Parte uno http://www.mundopoesia.com/foros/poesia-blogs.html?b=673

Se preguntarán cómo llegué a ser quien soy. Ascendí de ese submundo marginal. Supongo que aprendiendo a olvidar o restarle peso a las cosas que me lastimaron. Toqué fondo muchas veces, busqué con instinto de fiera una forma de resistir y empezar el camino inverso. Sé lo que significa ser paria, marginal, pobre e indigna. Vi mi reflejo en muchas fuentes de plaza, en espejos rotos de baños públicos, dormí en lugares que vos ni siquiera podrías oler a diez metros.
¿Querés que te siga contando? ¿Qué vas a hacer con la historia? Sí, que boluda, la vas a escribir, para eso me llamaste. Entonces sigo.
Cuando el guardia, Zé (apodo para José) me ofreció cafecitos todas las mañanas, nos fuimos haciendo una especie de amigos, confidentes. Consiguió un carnet para que pudiera usar la Biblioteca. Av. Rio Branco, no lo olvidaré nunca, una otra puerta se abrió en ese lugar, yo entré. Las señales fuertes deben seguirse. Conocí una de las bibliotecarias, Beatriz (Bía), que además era maestra de Literatura. Ella, me enseñó el idioma, día tras día durante tres meses. La vida se tiñó de otros matices. Confiaron y tuve la posibilidad de conocer y crecer. No les molestó la ropa que llevaba (la misma remera negra, vaqueros rotos y el pañuelo de usos múltiples), muchas veces sucia. Con Bía ingresé al gran salón, abrí mis primeros libros y comencé a leer.
Del escondite atrás de la escalinata, tuve que correr varias veces, volvía durante la madrugada. Me sacaban todos los días, tenía que deambular sin rumbo con los pocos bártulos que arrastraba en una mochila con cierre roto. Era cansador. Durante el día los llevaba a una plaza en donde una viejita negra, Dona Giûma (/yiuma/), las cuidaba por mí. Habrán sido unos seis meses entre idas y vueltas.
Sabía quiénes eran los que dan más y preguntan menos, los que te invitan un almuerzo y los que piden algo a cambio, pero los hombres de la biblioteca eran mejores clientes que los de bares, menos violentos…por eso me quedé tanto tiempo. Hasta que tuve mejor ropa y empecé a buscar clientes en hoteles de Copacabana, pero eso te lo cuento más adelante.
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  • Céu de Buarque
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