Crepitan los albores

Fuego abocado

a la resurrección de mi alma,

crepita un albor de la fontana,

porque ella es bella

me mece su calma,

resguardos oníricos del ser

y sus árboles que claman

muerta la desesperanza

es ella quien queda,

una estela abrigada

por la luna que me cuenta

de sus besos al alba,

todo mi pilar se derrumba

para no existir barreras,

tenso el albita de la cuerda

para quedar yo junto a ella,

me guardo en una caja a la espera,

horizontes tibios me aguardan,

al calor de los luceros

bulle entera,

para destapar mi quimera primera,

lucen las estrellas

y yo te traigo a mi vera,

se apagan los miedos

y solo quedo yo para servirte amor,

un astro derrite mi dolor,

cuadros de mi vida

alzados al cielo

junto con todo lo que quiero,

es a ti en mi vida primero,

gira mi peonza

por los surcos de mi alma

donde la ilusión acampa,

y se ve a través de ella

mi quieta estampa,

vida que para en vivo alzado

siempre mi humor vivo,

vivirá siempre mi hoguera,

lumbre quieta,

danzan las estrellas,

por encontrar tu imagen bella,

perderte no está escrito en mi destino,

con lo que este guerrero de luz

seguirá dándote luz,

crepita el alma en su hoguera

y te alcanzo una estrella

por si llora la cantamos una nana

de luna llena

y amada yo te amo entera

pasarán mis siglos alzados a tu vera

y al gran ocaso mi ser se encontrará de tu mano,

por si vuelvo

encontrarme en el patio de tu corazón

jamás tibio ni soslayado

al amor primero mi amaranto,

ese por el que luce mi canto,

con mis miedos guardados

en un bolsillo avanzo,

todo lo tienes de mi mano,

por si vuelvo

que sea bajo tu resguardo,

fiel a tu regazo,

donde las flores

cierran en verso

dignos albores,

y mi ser encuentra sus razones,

amarte a ti sin condiciones

y me sobran ilusiones,

para alzarte el sonido

de entre los mortales.







El Castellano y Leannán-Sídhe