De la tierra

Cuando el mar se ilumina en azul
y sin arrugas bajo el suave viento
este corazón cobarde es seducido,
la tierra ya no es mi gran amor ,
mucho más deseo el vasto mar.

pero cuando ruge
desde la profundidad
el diluvio es espumoso
las altas olas se precipitan
miro ansiosamente a los árboles,
huyo del mar.

La tierra me absorbe ,
en su bosque maravillosamente denso
y sombreado
cuando el viento se agita allí
el pino canta su canto.
Qué horrible es la existencia
de los Pescadores , un bote como una casa
y flotando en el mar,
peces apresurados como botín.
Dulce es el sueño
bajo el árbol plano de hoja ancha,
no hago nada más que escuchar
la Fuente cerca de mí.

Suave murmullo para el granjero,
después de la brisa del mar.