El piano -2ª parte

Pues si abro despacio su armazón
de ébano , mi triste y solitario
piano, hace su presentación
y celebra su cien aniversario

recibiendo mi felicitación,
al tiempo que improviso un escenario
y le pongo una rosa en el jarrón,
lo cual hago en su honor casi a diario.

Más para entrar en comunicación
como no tiene voz ni calendario,
emite una extraña vibración
que sale de un sonido imaginario

de su teclado en forma de canción,
y recuerda más bien por lo ordinario
de sus notas en la interpretación
a los golpes de un viejo campanario.

E insiste en que cerremos el balcón
ya que nunca ha sido partidario
ni antes ni durante su actuación
de cotilleo adrede o involuntario

que perjudique su reputación,
Y a propósito de mi vestuario
haciendo gala a nuestra distinción
me insinúa que busque en el armario

ropa nueva y zapatos de tacón.......sigue 3º parte