El piano- en tres partes -primera parte-

Estaba como siempre en un rincón,
apartado de todo el mobiliario
y un cartel que decía " de ocasión".
Pasé a la tienda y dentro el anticuario

me preguntó con mucha educación
¿que desea que conste en el muestrario?
Miré disimulando mi emoción
al piano en cuestión sin propietario,

y dijo lo regalo a condición
de que ese trasto viejo e innecesario
salga ahora mismo de esta exposición.
Le miraba de un modo temerario

cual si fuera de piedra o de cartón
un objeto en desuso , un relicario
que se guarda y se olvida en un cajón.
Cuando miro su aspecto tan precario

me gustaría darle la razón
a ese tonto y mísero empresario
pero es cierto que soy de otra opinión
y desde luego pienso lo contrario

porque ahora que ya está en mi salón
le veo y me parece extraordinario
y a menudo me da la sensación
mientras limpio su espejo centenario

de que allí dentro late un corazón
que finge ser feliz en su calvario.......sigue en la segunda parte