-
Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"Cerrar notificación
!!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!
El "psiquis noquis" del falso y verdadero - Por: ©Katia N. Barillas
Publicado por Katia N. Barillas en el blog EfÍmera ilusión. Vistas: 287
EL “PSIQUIS-NOQUIS” DEL FALSO Y VERDADERO
Shemre llegó a casa después de hacer algunas diligencias fuera. Era una tarde nublada y cálida del mes de noviembre de este año corriente 2022. Aún la pandemia del COVID-19 no se ha erradicado completamente, por lo que, antes de ingresar a casa, en la puerta, tomó su botella rociadora -llena con “amonio cuaternario”- y salpicó los paquetes que traía y, también, las suelas de sus zapatos; ya al interior de la vivienda, pasó directamente al lavabo y lavó por veinte segundos las manos; haló del lado izquierdo el elástico de la mascarilla facial y la depositó en el tanque de la basura y, después, roció con alcohol el atuendo que usó antes de ponerlo en el cesto de la ropa sucia.
Pasaron algunos minutos. Se dispuso a descansar un rato corto, mientras aprovechaba y limpiaba -con una toallita humedecida en alcohol- su teléfono celular y, una vez limpio el aparato, comenzó a manipularlo para chequear los mensajes recibidos y otros asuntos acumulados en el mismo. De repente, se encontró con una mala noticia… un familiar falleció en su país de origen. Luego, agradeció a la persona que gentilmente le notificó del suceso; después, alcanzó a ver que también tenía una llamada perdida de su progenitor. Se imaginó que talvez deseaba dejarle saber lo sucedido con el pariente y sin pensarlo dos veces, se dispuso a regresar la llamada… (dicen por allí que es una falta de cortesía no responder a quien te llama en un lapso de veinticuatro horas -sea quien sea-); y, llamó. Efectivamente, la plática se centró en la enfermedad que hubo atacado al difunto y también de otros tópicos que, aunque no tenían relación con el tema principal, se fueron tornando de claros a oscuros.
Mi amiga Shemre, no tiene muy buenos recuerdos de sus “dizque familiares” por el lado paterno (sin meter en el costal a quien partiera al más allá) y, el autor de sus días, se ha caracterizado siempre en ser especialista en hacer “mofa” de los sentires ajenos. Los ánimos se crisparon más cuando -quien generosamente suministró a su existir el 50 % de sus genes- la tildó campantemente de “mentir” aduciendo que se parecía a su madre (quien por más de una década sufrió -en sus manos- violencia doméstica a la máxima expresión) y, cuando su hija le respondió: ´si soy mentirosa no es porque me parezca solamente a mi madre; creo que más bien, lo mentiroso lo heredé de ti, porque, más temprano que tarde me di cuenta de cómo embaucaste mujeres con el cuento de “estoy casado, pero mi relación no funciona´; así es que, el “Pinocho barba azul” de esta historia no soy yo; quizás lo sea un poco mi madre, quien se vio en ´las sin remedios de mentir´ y, me consta de que, muchas veces lo hizo para no ser agredida con saña hasta el punto de rodar escaleras abajo después de haber sido halada bruscamente por los cabellos, arrastrada aproximadamente media cuadra y pateada por todos lados en el cuerpo, al punto de que una de las patadas le dio en el ojo derecho, el que casi pierde por tu patanería; y eso, sólo por mencionarte alguno de los fatales episodios que ella y yo sufrimos por tu falta de hombría; y ya no se digan tus gritos y vapuleos… recuerda que no hay una persona en el mundo que no tenga ´techo de vidrio´; y si tienes el descaro de decirme en la cara que estoy mintiendo, puedo seguir refrescándote la memoria”.
Sin embargo, la risita burlona ante la defensa de la hija, no se hizo esperar y dijo: “allá vas con tus odiosidades”; y, Shemre, a quien no me gusta victimizar porque aprendió a defenderse por sí misma ante las situaciones vividas por más de diez años en el seno de “una familia completamente disfuncional”, le contestó: “no son odiosidades, simplemente que Cristo fue el único que puso la otra mejilla para ser abofeteado y, pues, ´palabras sacan palabras´; padre mío, el respeto se gana; se compra lo que tiene precio y, lo que tiene valor, se conquista. De ser cierto lo que dicen los eruditos de que al momento del renacer de la consciencia nos dan la oportunidad de escoger en dónde queremos caer para escalar hacia la luz y aprender, no me explico en qué se basó la mía para elegir ser tu hija; pero, creo que, analizando, puedo ultimar de que algo mal he de haber hecho en mi vida pasada para llegar a tener un padre que nunca me ha querido. Creo que un imparcial ha sido mejor amigo y consejero que tú. Sé también que muchos en tu casa me apodan como “veneno”, pero, si me dicen venenosa por decir la verdad a la cara de los que quieren tapar el sol con un dedo, solamente para aparentar ser lo que no son, ese ya no es mi problema; como dicen por allí… “cada quien con su cada cual, y cada cual que orine en su huacal, porque, cada pájaro tiene su gavilán”.
Por mi parte, soy muy de escuchar atentamente al amigo que me busca para contar sus dichas y desdichas y, cuando Shemre me llamó para desahogarse ante lo acontecido, me dediqué atentamente a escucharle. Al concluir su exposición de motivos, la sentí más sosegada (porque hubo sacado todo lo que le agobiaba); le agradecí por la confianza que me tiene para exteriorizar la toxicidad que le congelaba el corazón; que le podría enfermar la materia; y que acabaría por enfriarle el alma; además de solicitar y obtener su autorización para publicar mediante pseudónimo lo que me confió.
Muchas veces -le dije tratando de apaciguar su decepción- los padres (aún sabiendo de que han abusado psicológica y físicamente a los hijos) se atreven a poner el dedo en la llaga que abrieron y que sus descendientes tratan por todos los medios de cicatrizar echándolos al olvido; y, todavía tienen la desfachatez de decir que los hijos no tienen el derecho de juzgar su proceder. Hay una parte en las ´sagradas escrituras´ exactamente en Colosenses 3:20-21 que claramente dice: “… 20 Hijos sed obedientes a vuestros padres en todo, porque esto es agradable al Señor. 21 Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten”.
Juzgar, tildar y acusar es lo mismo que asumir ser dueño de la verdad y, si nos ponemos a analizar, cada uno tiene su propia versión de los hechos y escenas vividas; sólo “el yo” es quien sabe cómo se le ha movido la procesión por dentro; por tanto, no se le debe de permitir a otros (y vale para quien sea que no te respete como persona) opinar sobre lo que has vivido, porque eso, solamente te atañe a ti como individuo. Por eso digo, si alguien quiere saber de tu vida, que te pregunten a ti y no a terceros, pues la respuesta verdadera la tienes tú no ellos. Si dejas que otro te manosee con las dos manos la existencia, le estás cediendo el poder que solamente tú debes tener sobre tu humanidad y lo que has vivido. Recuerda que “el otro avanza en la medida que se lo permites”.
Finalizo diciendo que el efecto de la rueda del karma se encuentra latente… “toda acción tiene una reacción; nadie está libre de culpa y, quien diga que está invicto de fallas de fábrica en este camino espinoso llamado vida, ese sí que puede llamarse ´el rey de las mentiras´; o, fácilmente “Liar, liar” o, ´mentiroso… mentiroso´ (igual a la película que protagonizó Jim Carrey)”.
De los padres depende el proceder de los hijos; la mayor parte del tiempo, los hijos siguen el ejemplo de lo que ven en sus hogares. Algunos otros, si corren con mejor suerte, encuentran ángeles en el camino (por no decir que hallan en la calle lo que les falta en la casa); personas que, compadecidos de su desgracia, les aconsejan y les indican los límites existentes entre el bien y el mal, liderando de esa manera el proceder futuro de quien los escucha; entonces, si deseamos que nuestros hijos sean personas de bien, entiéndase por bien los calificativos de: respetuosos, cariñosos, educados, amables, genuinos y llenos de otras virtudes, enseñémosle con ejemplo el camino a seguir. No nos equivoquemos más de la cuenta al creer que tenemos el poder de engendrar seres excepcionales porque nadie llega al mundo aprendido ni con un manual que indique cómo debe de armarse la conciencia benévola en cada ser vivo. Recordemos que todos los seres humanos, a pesar de haber sido creados a imagen y semejanza del Supremo, tenemos más de imperfectos que de perfectos, porque la perfección únicamente le pertenece a él… al Altísimo; quizás más adelante nuestras almas reencarnen en nuevas razas que habiten en otros universos y galaxias lejanas y en el cruce corramos con mejor suerte y lleguemos a tener mejores productos que logren convertirse en gente perfecta para disfrutar de la vida con excelencia, así, sin errar y cargar a tuto con los ladrillos de la culpa, porque todo eso denigra la calidad de la esencia.
Resumiendo, hay que vivir la vida y dejar vivir. Aprender y desaprender para dejar de sufrir; recordar y tomar como el pan nuestro de cada día a esa gente que no vive tranquila por vivir tu vida; y, por sobre todas las cosas, no te amargues la existencia ni gastes tu valioso tiempo en quien no merece una pizca de tu atención y afecto. Ignora a las personas tóxicas porque estas son vampiros energéticos que no chupan sangre sino la energía que vitaliza tu espíritu y tu cuerpo. Utiliza la prudencia y evita que la ira te consuma el intelecto. Entierra las emociones muertas y en su ausencia, cántales un treno a los cuatro vientos; y, por último, si no puedes exteriorizar lo que sientes… escríbelo, nunca dejes el vinagre adentro.
©Escritor - Barillas Katia N.
www.katianbarillas.com
https://www.youtube.com/c/NOCHESBOHEMIASdePURAPOESÍA
https://www.spreaker.com/user/8086024
![]()
Necesitas tener sesión iniciada para dejar un comentario