En diciembre

Ahora el bosque carece de su belleza otoñal púrpura.
Una túnica de hojas rojas cubre los caminos suaves,
donde el terciopelo aplastado de parches de musgo,
verde esmeralda, permaneció visible.
Los árboles altos, oscuros y sin hojas,
cuyo musgo gris verdoso cubre los toscos troncos,
conmemora, triste, el dulce verano,
y sacude suave la corona sabia y calva.
En los viejos picos, lamento invernal.
Un largo suspiro navega a través de tijeras temblorosas,
y levantando hierba como una mariposa marrón,
la hoja seca que se mantuvo fiel a su rama.