Estaciones del adios

Un año y muchos meses
de soledades desacompasadas
cuando te abrigué en mi cariño
dejándote ahogar en mis mares de esperanza​

El tiempo y sus muertes sucesivas
cuando la deriva marca sinsabores
las cortinas y mentiras se quemaron
a la par de tu cantico de necedades
y las indolencias que mis brazos escondían
brillaron ,dando marco al tifón
de todas y cada una de nuestras tempestades​

Discusión​

la horas se morían en tu silencio
junto a las palabras dormidas de venganza
hasta que la daga de mis razones te miraba
a la par del viento gris de nuestra hipocresía
entonces; los vocablos se tornaron rocosos
como la esencia de la verdad deshojándose
cual mujer desnudándose en la oscura calle
iluminando las cosas que nadie a decir se atrevería.​

Razones​

las culpas se tonaron lluvia incesante
cuando las ansias cuales venas de papel se veían
llegaste con mudas conclusiones a la deriva
rasgando la poca lucidez que mi tez aun tornaba
¡para desgarrar incruentamente mis latidos
al son de la callada citara de mi garganta
cuando, cuando lloraste mis esquirlas sobre tu espalda.​

Des-razones.​

mis miedos tomaron su impaciencia
y lanzaron las dudas como piedras
rompiendo las ventanas desdeñadas
mentiras- musitabas-
y mis lágrimas renegaban de tu poco tino
como de las vanidades majaderas en tu alma
atención a mis ojos caídos de la melancolía
pero tu odio -cual ciervo herido -me gritabas.​

Dudas​

El ente y sus rumores son cuales dagas
que de cicuta envenenan, siempre aciagas
las simplezas a veces son el rocío del día
y las dificultados, simple polvo en la ventana
valederas razones, quizás solo empatía
con las circunstancias inevitables que rondan
y echan raíces dentro de la tapia mas erguida.​

¿Solución?​

Cambios en el sentido y del cauce
de aquellos rumbos o acciones dadas
pero al sentir que cada quien adolece
obligar no se puede, ni doblegar requiere
más por propia mano debieses modificar
la desazón que las manos nos envuelve
pero, pero, yo sola no puedo calmar
la tempestad que en corazón te retuerce. ​

Puñalada final​

el veneno se trasluce en sonrisa
las magia se empaña, cuando las verdades
explotan necias, y la sinceridad se delata
desgarrándose en jirones sobre esta mesa
y tú asumes, que todo esto siempre fue
solo una existencia incompleta
calar en lo profundo de el pecho que tienes
es solo vano intento, fallido siempre
a pesar de en ello, haber puesto la vida
y ahora desangrarme en este supuesto
que late defraudado
de su muy maldito sino incierto​