Girar

Diciembre es un mes de extremos, fiestas por un lado, por otro lado reflexiones. Nos unimos a cenar,intercambiar regalos, descorchamos botellas y nos rodeamos de buena compañía. Al mismo tiempo deseamos tranquilidad,solencio, no hacer nada, nada obligado, excepto y simplemente sentarte junto al fuego de leña rugiente, mientras pensamos lo que quedó atrás en ese año. Esa necesidad de reflexionar es típico en esta época.
En otoño e invierno giramos hacia adentro. Se oscurece temprano, hace más frío, los animales se preparan para la hibernación, los árboles pierden sus hojas, no crece casi nada, todo parece quedarse parado. Así se recarga la naturaleza para la primavera y nosotros hacemos lo mismo, descansando y reflexionando. Estás en el camino correcto? Qé llevas o traes consigo para el nuevo año? Hay cosas que no necesitas más, hábitos de los que quieres deshacerte, personas que deseas desprenderte? Qué te da energía, y lo que cuesta tu energía?

Ahora para las personas que tienen una agenda llena es un poco difícil encontrar tranquilidad, mientras que su nivel de stress se beneficia de ello. Sin embargo, también puede tomar facilmente momentos para descansar entre las empresas.
Por ejemplo, no revises tu insta, pero inhale contando hasta cuatro y exalando también hasta cuatro. Con cuatro minutos ya tienes suficiente. Te relajas con eso, mientras que un teléfono realmente da pinchazos. O preparas una taza de té, inhalas el aroma de la manzanilla pura y vainilla, y seguro sientes que tus hombros descansan, seguro por diez minutos. Ahora si quieres algo más intenso es la postura del niño, una postura de yoga que necesita un ambiente más tranquilo. Te haces un ovillo, las rodillas separadas, la frente en el suelo, los brazos a los lados. Como si fueras un niño, y escuchas eso; cómo está ese niño? Mientras tanto relaja el cuello, la espalda y los hombros. Te relajarás tanto física como mentalmente.