Hogar y templo

Yo no puedo esperar,

eres mi hombro, eres mi brazo

eres mi mundo entero de un trazo,

sí nacarado al tiempo que cae congelado,

la mente vuela libre al son de y por tu amor,

tú eres mi paz y mi hogar,

eres tantas cosas en una

que cuando despiertas

no te das cuenta

que mi vida has cambiado entera

pintada de tu color,

avanzo quieto la sola una

por trepar y con mis labios besar

resueno en el monte

y la rambla se tumba para oirme

que eres mi mundo entero,

si despierto te admiro

durmiendo te sigo amando

soñando que vivo despierto

el suplicio nuestro que jamás me dejará seco,

hoy me entrego en piel garra y verso

por conquistar lo que más deseo

vuelo tu sábana me cuelo

hoy seré lobo en tu cama

por si lo dudabas cada vello mío te extraña

y no se apagan las ganas,

hoy mi templo y morada se torna tu boca

una noche más

para nunca desaparecer de tu caricia,

las malvas me visten tu sonrisa,

de rosa y abrojo

cruzo tu pecho en rojo

todo lo que quiero

es todo lo que necesito

y es de ti el mundo entero,

mi vicio

vuelta mi verdad sin suplicio.

El Espino me guarda velo,

el romero tu beso,

la amapola tu corazón en rojo,

del brezo mi respiro

mas con el saber que yo a ti te miro,

la encina me cuenta

que seguiré en tu vida hasta que el sol se caiga

porque ya nos conocemos dos mil años

tú eres mi hombro

eres mi brazo

eres mi cristal de cuarzo,

eres mi fuerza otra noche investida de invierno

y la margarita sencilla

te cuenta en pétalos

mi te quiero

no me dejes nunca más

porque sin ti llevo muriendo todos estos siglos.







El Castellano y Leannán-Sídhe