La cajera

La cajera


No levanta la cabeza

sus manos corren,

deslizándose por la cinta

a la velocidad del rayo.

Unos mejillones en lata,

la recuerdan, su tierra.

Unas lechugas, su huerto.

Una bolsa de naranjas,

los veranos con la abuela.

Una pechuga envasada

los pollitos de colores,

que su abuelo la regalaba.

Quiere que el reloj, cierre

y marcharse a descansar.

Quitarse los tacones

Tirarse al sofá, descalza,

poner su serie favorita

y dejarse llevar.

Poco a poco, sus ojos

se cierran y sueña,

que pasea por la playa

en un mar, de arena fina

con olas de colores

que es su libreta dibuja.

Es grande, cariñosa.

Siempre con la sonrisa,

pintada en su rostro.

Menos hoy, no está bien

el dolor la impide reír.

Alguien grita y despierta.

La saluda sonriente.

¡Hola linda cajera!

Palabras que no había

oído nunca en la tienda

y necesitaba, escuchar.

El dolor desapareció

y con una sonrisa, cerró.


Techuaym (mío)