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LOS HIJOS DE JACOB. (RECUERDOS DE INFANCIA)
Publicado por Eratalia en el blog VERSOMANÍA. Vistas: 1793
Mi hermana estudiaba en voz alta.
Yo no tenía entonces ni cinco años, lo sé porque a esa edad empecé a ir al colegio.
Ella, que contaba con cinco más que yo, trabajadora y responsable como era, se afanaba cada día en repetir sus lecciones una y otra vez hasta aprenderlas de memoria.
Así que yo oía recitar las capitales, los ríos, los reyes godos y ... los hijos de Jacob.
Mientras la oía, como el que oye llover, jugueteaba alrededor con mis muñecas, aburrida, esperando a que acabara y me dedicase toda su atención.
Un buen día empecé a canturrear: Rubén, Simeón, Leví, Judá, Dan, Neftalí, Gad, Aser, Isacar, Zabulón, José y Benjamín.
Me encantaba repetir esta letanía, que, como veis, no he podido olvidar a pesar de los muchos años transcurridos.
Para mí era como un mantra musical y jubiloso, palabras alegres y raras, excepto la de José, claro, que nunca antes había oído.
Palabras sonoras, simpáticas y juguetonas que yo recitaba lúdicamente sin darle mayor importancia.
Una vez mi madre me escuchó y me preguntó:
-¿Qué son esos nombres que dices?
-Son los hijos de Jacob.
-¿Y cómo te los sabes?
- Mi hermana los estudia en voz alta...
Un día, como otros, acompañé a mi madre al colegio, a recoger a mi hermana. Al entrar, las monjas le preguntaron que cuándo empezaría yo a ir y si ya sabía alguna cosa, y mi madre ni corta ni perezosa le dijo:
-¡Madre mía que si sabe cosas! Se sabe hasta los hijos de Jacob. Anda, hija, recita los hijos de Jacob...
Y allí estaba yo, en medio de un corro de señoras que me parecían enormemente altas, con aquellas tocas aladas y picudas que tropezaban entre sí, con los ojos bajos y las manos enlazadas en la espalda recitando los hijos de Jacob, como un papagayo.
Tan muerta de vergüenza que apenas me salía la voz del cuerpo.
Cuando acabé la lista, las monjas llamaron a su vez a otras monjas que se unieron al corro y ... otra vez a recitar... allí me teníais haciendo bis y queriendo que la tierra me tragase.
A lo largo de mi vida pre-escolar me toco más de una vez repetir la función e incluso, ya escolarizada, recuerdo que vino la Madre Superiora a mi clase a ver "quién era la niña de los hijos de Jacob".
¿Qué aprendí de aquello?
Una lección muy sencilla y fácil de recordar: que aunque supiera canturrear eso de "El Miño nace en fuente Miña, provincia de Lugo, pasa por Lugo y Orense y desemboca en la Guardia, entre España y Portugal..." si no quería volver a pasar por lo mismo lo mejor era hacerlo muy bajito y sin la presencia de adultos, por si las moscas.
A ti, a Javier Alánzuri, a Recently played y a 4 otros les gusta esto.
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