Matanza en Orlando EEUU.

Era una noche especial:
de sentimientos y alegres
movimientos.

La alegría se apagó
con ráfagas dé metralla
el arco iris se empaño,
la alegre danza
de sangre se tiñó
en un mundo de locura,
por la mano de un
desquiciado
que encontró el sistema
apropiado
para disparar a mansalva
y teñir de tragedia
el alba.
Los gritos de angustia
de dolor desbordante
se perdían en la noche,
se confundían con la
pirotecnia asesina.

El espantoso crimen
dejó un torrente
de lagrimas
una Luna mutilada
un cielo de estrellas
mudas,
un ramillete marchito
y las miradas golpeadas
en una oscuridad con olor
a sangre
y un dolor que estrangula
el alma.

Justicia justicia claman
las víctimas
y los qué quedaron
en un mar de sufrimientos
huérfanos de amor
heroicos ante el terror.
Justicia justicia
difícil de encontrar
en el Imperio
del capital
con licencia
para matar.

No faltarán los qué
justifiquen este crimen
los qué defiendan
el derecho a obtener armas.
Mirad como ríen
los defensores de la
" libertad "
del libre mercado,
para ellos es más
importante
las ganancias del capital
qué la vida de un homosexual.