Mi adolescente hija

Yo miro el espejo,
tú sigues el reflejo.
Yo, soy fruto maduro
tú, piel al desnudo.
El otoño para mí es mudo,
van cayendo las hojas
de los años que adeudo,
en ti la primavera asoma,
descollando en pétalos de rosas rojas,
como rayos alucinantes,
que ofrece tu hermosura.
Ya llegaste a mi altura,
por el espejo veo tu cintura
pequeña y frágil figura,
estás, dibujada como una pintura
que embellece todo con dulzura.
En tanto yo me aboqué a la lectura,
mi figura va en anchura,
tú sabes que uso tinturas,
y no importa si alguien censura.
Te dejo un consejo criatura,
ya que vives con premura:
¡la vida no es un espejo,
date tiempo y clausura
lo malo y la bravura!
Déjame verte crecer lindura,
tan jovial, alegre y tan pura.

liliana leoni© Todos los Derechos reservados"