MiguelEsteban 18 de Diciembre de 2015
La sombra se sostiene

mirando altas torres

profundas de oscuridad,

iluminada al final de los días del hombre.

Lloviendo coronas de abrojos inertes

al son del trueno centelleando,

hoy ella me mira y mira

esto ahora pintado lúgubre y umbrío

fuera sí fuera de lombrices

ella camina oscuros límites

de la tierra Estrella Muerta

camina por fuera

pintando su sangre

de Mujer de las flores silvestres

por cicatrices los seres

que la destruyen

hoy pasan el filo de mi letra

vuelta cuchillo de vena,

sótano de luz y nicho casi destruido

que su día avanza sin permiso

en las cabezas de grama por cortar

y florecer la caléndula del mirar,

ojos de sangre acabando la etiqueta,

arterias de venas estrelladas en llamas

para quemar doctores de las mentes

y su fuste y embiste de mentiras,

me visto del último de la fila

para ser el primero

como no hay final sin principio

en este tablero mi astilla florece el viento

y cavo mi surco de vida

sin vivir esperando tierra,

sembrando en ella

para recoger opacidades violetas

yo hoy sí estoy hablando

tú escuchando

siempre y para siempre es mi lema

yerto, vertical, estático.

Mi araña cabalgando en papeles derretidos

asomados al vértice del Dios interior

que de noche lo siento soy demonio

en tu estampado reino

siente y siente silente

mi infinito consciente

de quiénes somos tú y yo

amada sombra juro

que algún día te atraparé

mi linda.







El Castellano y Leannán-Sídhe