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Palabreando el Idioma Castellano...

Publicado por Katia N. Barillas en el blog EfÍmera ilusión. Vistas: 270

Segmento: "Palabreando el Idioma Castellano".
Temario V: "La Prosa"
Bibliografía: Enciclopedia Quillet * Otros: Wikipedia.

La prosa es una forma de expresión lingüística habitual, no sujeta a la medida y cadencia del verso. También es el conjunto de las obras literarias escritas de esa forma que son de un determinado autor o época, o están escritas en una determinada lengua.

La prosa es la forma natural en que se expresa el lenguaje. El concepto se usa más en el sentido para diferenciarlo de otros tipos de textos, como la poesía, la que está sujeta a un proceso de versificación y estilo. Por ejemplo, un texto narrativo como un cuento está escrito en prosa, a diferencia de un poema.

En latín prōsa (ōrātiō) se forma a partir del adjetivo prōsus "directo", "libre"; prōrsus el mismo, en latín antiguo prōvorsos "se volvió hacia adelante", "recto", participio del latín antiguo. El verbo prōvortere "volverse hacia adelante" (lat. prōvertere ). El término a veces se contrastaba con el nombre del versículo, en latín versus (prōrsā et vorsā "en prosa y poesía" por Apuleyo).

A pesar de la aparente obviedad, no existe una distinción clara entre los conceptos de "prosa" y "poesía". Hay obras que no tienen ritmo, sin embargo, divididas en líneas y relacionadas con la poesía, y viceversa, escritas en rima y con ritmo, pero relacionadas con la prosa.

El término se originó en la expresión latina “prosa oratio” o "discurso directo" (sin los ornamentos del verso), donde prosa es el femenino de prosus, antes prorsus "directo", del antiguo latín “provorsus" (moverse) adelante", de pro "adelante"+ vorsus "vuelto", participio pasado de “verteré” (volverse).

Los géneros literarios tradicionalmente clasificados como prosa son: la biografía, el manifiesto, el cuento, el ensayo, la parábola, la novela, la epopeya, etc.

Biografía: es un ensayo que narra la vida y las actividades de una persona. Descripción de la vida de una persona; género de prosa histórica, artística y científica. La biografía moderna (por ejemplo, la serie “Vidas de personas maravillosas” revela la condicionalidad histórica, nacional y social, el tipo psicológico de la personalidad, sus relaciones de causa y efecto con el mundo sociocultural).

El Manifiesto, es una declaración programática en forma de prosa relacionada con los principios estéticos de un determinado movimiento literario, escuela, grupo. El término se extendió en el siglo xix, es bastante amplio en su significado, por lo que es condicional y aplicable a toda una gama de fenómenos literarios, desde declaraciones detalladas -hasta serios- como: tratados, artículos y prefacios. En algunos casos, los discursos estéticos de los escritores y críticos literarios tienen el carácter de manifiestos literarios, con un impacto directo en el proceso histórico y literario, aunque algunas declaraciones en forma de manifiesto resultan ser efímeras y de escaso impacto. A veces, los manifiestos literarios y el contenido real de la escuela literaria no coinciden. En general, los manifiestos representan uno u otro resultado de una vida social viva, reflejando tanto las búsquedas estéticas como el proceso de formación de la nueva literatura.

La novela es un pequeño género narrativo literario comparable en extensión al cuento lo que a veces da lugar a su identificación, pero, que difiere de él en su génesis, historia y estructura.

El relato corto tiene mayor cantidad de acontecimientos, una trama más clara y un giro argumental más claro que lleva al desenlace. En comparación con las formas narrativas más extensas (o novela), el relato corto tiene pocos actores y una línea argumental (menos a menudo varias) con una presencia característica de un solo tema. Procede de los géneros del folclore de narración oral en forma de cuentos o alegorías instructivas y parábola. Las narraciones de un solo autor se caracterizan por su ciclización. En el modelo tradicional de la relación escritor-lector, el cuento suele publicarse en una revista; las obras acumuladas durante un cierto periodo se publican después en un libro aparte como colección de cuentos. La estructura típica de un cuento clásico es: la trama, el clímax, el desenlace, y la exposición como solución optativa.

Un ensayo es una especie de pequeña forma de literatura épica, que se diferencia de su otra forma, el relato, en la ausencia de un conflicto único que se resuelve rápidamente y en el gran desarrollo de una imagen descriptiva. Ambas diferencias dependen de las peculiaridades de la problemática del ensayo. No toca tanto los problemas de la formación del carácter de una personalidad en sus conflictos con el entorno social establecido, sino más bien los problemas del estado civil y moral del "entorno". El ensayo puede referirse tanto a la literatura como al periodismo.

La historia es una obra de prosa épica, cercana a la novela, que tiende a una presentación coherente de la trama, limitada por un mínimo de tramas argumentales. Representa un episodio separado de la vida; se diferencia de la novela en la menor completitud y amplitud de las imágenes de la vida cotidiana y las costumbres. No tiene un volumen estable y ocupa un lugar intermedio entre una novela, por un lado, y un cuento, por otro. Gravita hacia una trama crónica que reproduce el curso natural de la vida. En la antigua Rusia, "historia" significaba cualquier historia prosaica, en contraposición a una poética. El antiguo significado del término - "noticia de algún evento" - indica que este género ha absorbido historias orales, eventos que el narrador vio o escuchó personalmente. Las subtramas en la historia, a diferencia de la novela, por regla general, están ausentes, el cronotopo narrativo concentrado en un estrecho lapso de tiempo y espacio. El número de personajes de la historia, en general, es menor que en la novela, y la clara distinción entre los personajes principales y secundarios de la historia, que es característica de la novela, suele estar ausente o esta distinción es insignificante para el desarrollo de la acción. La trama de una historia realista se asocia a menudo con el "pesar del día", con lo que el narrador observa en la realidad social y lo que percibe como una realidad actual. A veces, el propio autor caracterizó la misma obra en diferentes categorías de género.

Una parábola es una historia corta en verso o prosa en una forma alegórica y edificante. La realidad de la parábola se revela fuera de los signos cronológicos y territoriales, sin especificar los nombres históricos específicos de los personajes. La parábola incluye necesariamente una explicación de la alegoría para que el lector pueda comprender el significado de la alegoría. A pesar de la similitud con una fábula, la parábola afirma ser una generalización humana general, a veces sin prestar atención a cuestiones particulares. Una parábola es también un género épico: una pequeña obra narrativa de carácter edificante, que contiene una enseñanza religiosa o moral en forma alegórica (figurativa, metafórica). La principal fuente de estructuras de parábolas en la literatura europea es el Nuevo Testamento. En el Antiguo Testamento todavía no existe esa clara educación de género, que se suele llamar parábola.

El origen de la prosa proviene de la Jonia en el siglo VI a. C., primero por una prosa narradora para describir lugares, costumbres o relatos, en una lengua más racionalista, diferente de la lírica. Sin embargo, su mayor desarrollo se efectuaría en Atenas, durante los siglos V a.C. y IV a.C. Por primera vez se dispuso de un instrumento lingüístico capaz de servir al pensamiento abstracto: el "estilo imperiódico" de los logógrafos (literalmente, "los que escriben en prosa").

Los principales autores de la historiografía griega, en prosa son:

-Heródoto, con su prosa narrativa inspirada en la Ilíada.

-Tucídides, con su prosa científica, narrando y argumentando hechos contemporáneos e intentando la imparcialidad.

-Jenofonte, con su obra Helénicas, continuando la obra del anterior, aunque escribe de forma parcial a favor de los espartanos.

En la cultura romana la prosa no se ligó a los géneros narrativos sino a la oratoria. Marco Tulio Cicerón en “oratore” distingue tres niveles de estilo: bajo, medio y elevado, y profundiza los caracteres musicales de la prosa estableciendo reglas relativas a la disposición de las partes de la frase, el ritmo y sobre todo las cláusulas del periodo, disponiendo la parte final según métricas análogas a las de la poesía. A través de “Quintiliano” este modelo llega a la Edad Media influyendo en el “ars dictandi” de monásticas, episcopales, palatinas, Studia Generalia y cancillerías.

En el siglo XIII Juan de Garlandia describe y clasifica algunos tipos de estilo prosaico, y en este periodo se elabora una prosa latina científica y filosófica, por encima del gusto del ornatus, que hace prevalecer el rigor de los esquemas lógico-demostrativos de la escolástica que es el movimiento filosófico y teológico que intentó utilizar la razón, en particular la filosofía de Aristóteles para comprender el contenido sobre natural de la revelación cristiana.

El Renacimiento propone una gama más amplia de géneros en prosa: la poética del clasicismo presenta modelos a imitar en los diversos géneros literarios. La inversión de tendencia en el Barroco trae artificios espectaculares. En la ilustración, la prosa se convierte en un instrumento importante para la divulgación y la polémica narrativa, filosófica, satírica, etc. En el siglo XIX, la distinción entre prosa y poesía se profundiza, creando la distinción entre prosa de función teórico-narrativa y poesía de función lírica; a esta distinción se refiere la comprensión del dominio de la prosa en el naturalismo que es el movimiento literario que surgió a finales del siglo XIX en Francia por oposición al romanticismo y que se caracteriza por su carácter metódico determinista y por reflejar con mucho realismo en sus obras la parte más cruda y desagradable de la realidad.

La literatura española se engloba dentro de la literatura en castellano, en la que se incluyen las literaturas de todos los países hispanohablantes. Por otro lado, también está englobada en la literatura de España, junto con las demás literaturas de las lenguas habladas en el país.

"Los primeros textos plenamente escritos en lengua vulgar autóctona datan de finales del siglo xi, en Cataluña; de finales del siglo xii, en Castilla y Navarra; y de la primera mitad del siglo xiii, en León, Galicia y Portugal; y, por lo general, se trata de documentos no emanados de la cancillería regia. El primer testimonio del empleo del vernáculo en la cancillería navarra es de 1169 o 1171 -excluyendo los Fueros de Estella y de Laguardia, el de la cancillería castellana es de 1194". La cancillería de Fernando III “el santo”, estableció la práctica de redactar los documentos en lengua vulgar o sea en el castellano del xiii.

Sólo a partir del siglo xiii y en un sentido exclusivamente geográfico es posible hablar de literatura española escrita. Hasta este período, se supone la coexistencia de una poesía de transmisión oral en lengua romance, tanto lírica como épica, junto a unos usos escriturales cultos cuya lengua de expresión y transmisión era el latín.

Gracias por su atención.

©Katia N. Barillas
www.katianbarillas.com
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