¡¡PARA MI HIJO MARTIN!!

¡¡PARA MI HIJO MARTIN!!

El llegó con una impronta singular
sin tolerar tanta agitación en el mundo
sin ánimo de adaptarse a ninguna regla
revolió una sillita por el aire.

El aceptaba la ternura el ser amable
eran tres hermanos llevándose
entre si, seis años
él todavía en pañales, su hermana
jugando a la casita y el más grande
los metía en una valija
y los paseaba como que viajaban
a Martes.

Tengo la imagen de los tres
en un verano armando un rancho
entre cuatro palos y una manta
eran muy hermanos.

Martín aún conmigo
vive un mundo de magia
entre la música que escucho
y su música interna
en pleno regocijo.

Es un niño con mucha luz en la mirada
para él existen los duendes y las hadas
cree como yo en los ángeles
y sufre las injusticias que entristecen a las almas.