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Perfiles Psicológicos (Team building)
Publicado por Robsalz en el blog El blog de Robsalz. Vistas: 104
Las Vueltas de La Guácima, Alajuela, Costa Rica. La actividad del team building estaba programada para iniciar a las nueve de la mañana, yo iba temprano, en el centro de Alajuela, a unos once kilómetros del sitio donde sería el evento me detuve para desayunar una taza con café y un gallo pinto con salchichón y huevo frito. Tenía buen tiempo, restaban aún treinta y cinco minutos para que saliera el bus, aproveché el descanso para comer tranquila, relajada. En el salveque llevaba un juego de ropa adicional porque Amalia había escrito la tarde anterior que habría partido de futbol y varias chicas estábamos apuntadas para participar, el condominio donde estaríamos, que es donde vive Romeo, también cuenta con piscina, pero no llevé mi traje celeste de dos piezas, así que la piscina quedaba descartada.
El bus me dejó a unos trescientos metros de la entrada principal del condominio, distancia que caminé y en la que pude apreciar las bellezas de esta zona, incluyendo áreas de ganadería y montañas. Después de mostrarle mi identificación al guarda y de que este verificara que yo estaba en la lista de invitados, pude entrar. Allí venía Isabel hacia la salida, en busca de estacionamiento, porque los campos cercanos al rancho estaban ocupados.
- Espéreme, para no subir sola – me quedé de pie en la acera mientras la veía bajar y subir del auto para acomodarlo de manera correcta, esta mujer debió llevarse diez minutos en eso, casi al mismo tiempo llegaba Leandro con una de las compañeras y los cuatro nos fuimos caminando y charlando hasta el rancho.
- Yo no podría vivir aquí, necesito jardín, espacio – y entonces, Leandro movía sus manos mientras hablaba.
- - Yo también, todas las casas están pegadas – Isabel ya había entregado lo que nos correspondía llevar para el almuerzo y ahora subía con nosotras.
El sitio es bastante bonito, el rancho es un área amplia con jardines alrededor, una piscina hacia el Norte (que creo que nadie usó), una cancha de futbol al otro costado, que estaba embarrialada y un área en construcción de la que luego debatimos el uso que le darían, yo creo que será una cancha para baloncesto y voleibol. Después de saludar, tomamos asiento en una de las esquinas de las mesas que formaban una enorme c, donde se encontraban ya Vinicio, Nicolás y Sandra. Algunos como Regina y Amalia tuvieron que trabajar un rato debido a sus puestos de trabajo.
- Me estoy muriendo del hambre – me dijo Isabel que estaba sentada a mi derecha.
- ¿No ha desayunado?
- No, estoy esperando que nos den de desayunar.
- Yo pasé a Alajuela y ya vengo desayunada.
En eso comenzaron a jugar a las cartas, Vinicio, Nicolás y Sandra, un mazo de cartas negras que bien podría ser un tarot y debo confesar que no recuerdo bien, pero algo comentaron sobre unas nalgadas y entonces Isabel se volteó hacia mí y me dijo riendo.
- Yo creo que Sandra ni lloró al nacer.
- No – le afirmé – de seguro cuando la nalguearon pidió que le dieran con más fuerza.
Entonces nosotras dos nos sumamos a jugar ron, pero hace muchos años que no juego a las cartas.
- Sandra lee las cartas – nos contó Nicolás, pero atreverse a que Sandra le lea a uno las cartas, es un juego de doble filo.
Nos sirvieron entonces un plato con frutas, manzana verde, banano, kiwi e Isabel calmó un poco el hambre. No sé si alguien lo notó, pero de pronto, Leandro le dio un golpe en seco a la mesa y entonces lo miré, sorprendida.
- Me están comiendo los zancudos.
- Yo creo que es una avispa.
- Yo no sé qué es, pero voy a salir comido.
Donato pidió la palabra y entonces explicó que nos iban a dividir en equipos para un rally donde él y Paolo estarían a cargo de dictar justicia.
- Chiquillos, yo sé que hay gente muy competitiva, pero es solo un juego.
A continuación contó en qué consistía, eran seis estaciones de juego, nos dividieron en seis equipos de entre cinco y seis miembros.
- Hay que vigilar a ese equipo – dijo Romeo en clara alusión al equipo en que yo había quedado.
Antes de iniciar, fuimos llamados al área cerca de la piscina para sacar una fotografía grupal, de la cual Regina era la encargada de tomar, pero creo que a Regina eso de ser fotógrafa no le queda, porque hubo que posar seis veces, porque por algún u otro motivo las fotografías no salían como debían, por suerte no se gana la vida de esa manera.
Era obvio, nosotros ganamos y hay que ver lo que discute Tadeo, ese hombre se peleó con el universo completo, porque no era justo que perdieran, porque aquél equipo había hecho trampa, porque así no era, porque no lo explicaron de esa manera, Tadeo anduvo buscando contrincante para un combate de lucha libre y yo hubiera pagado palco para verlos pelear.
Resultó que luego del rally quedaba una hora de tiempo antes del almuerzo, sirvieron unos snacks que las que jugamos futbol no alcanzamos a probar, y aquí es donde hago protagonista a Amalia. Esta muchacha escribió la tarde antes en el chat de la oficina para recordar que habría una mejenga, por lo que debíamos llevar zapatos adecuados, ya fueran tacos o tenis, para departir un rato jugando el deporte de O Rei Pelé. Pero a la hora de la verdad, cuando estábamos listas entre otras, Isabel, Evangeline y yo, resultó que Amalia que era la encargada no había llevado ropa para jugar, o al menos eso nos dijo, no supimos si el barro la echó hacia atrás o si de verdad le había fallado el closet, la cuestión es que nos dejó plantadas como los novios que no llegan a la boda. Lo confieso, a los veinte minutos estaba totalmente fundida y tuve miedo de que me diera un ataque al corazón, lo mismo Evangeline, por lo que nos retiramos de manera vergonzosa a la zona de desahuciadas deportivamente hablando, para luego ir cada una a buscar sus cosas para hacer uso de la ducha y volver a las mesas.
A los pocos minutos Donato anunció que el almuerzo estaba listo y que podíamos servirnos de manera ordenada, en fila, el bufet disponía de pavo (en trozos con hueso o en rodajas), pan, puré de camote (delicioso), salsas, elotes con mantequilla (para quitar los antojos), refrescos, ensalada, ponche de frutas y licor por si alguien quería ligar el ponche de frutas.
- No doc, yo soy mentiroso, yo puedo ocultar cosas, pero mentir no – Paolo estaba detrás de mí haciendo fila, con el plato en la mano.
Luego vi a Alfonso que estaba recostado junto al ponche de frutas riendo a más no poder, imagino que el ligue que hizo con el licor fue demasiado para él. Algo me dijo Vinicio cuando volví a mi lugar, pero no lo escuché, no lo noté o mi cerebro simplemente hizo caso omiso de su presencia.
- Martina, ¡Martina! – entonces lo miré – no me ignore – es la segunda vez en cuestión de dos semanas que Vinicio se siente ignorado por mi persona, perdón.
Vinicio estaba en medio de Nicolás y Sandra que estaba vapeando con total libertad, tenía frente a ella tres vapeadores diferentes con los que estaba formando círculos de humo, Sandra estaba en otro mundo, un mundo donde no cualquiera podía llegar. Entonces Nicolás le hizo conversación y los tres rieron con fuerza.
- Pero es que…
- Sandra, ¡suave!, le estoy hablando – Nicolás detesta que lo interrumpan, pero no era culpa de Sandra, como dije antes, Sandra estaba en su propio mundo.
- Doc – me dijo Vinicio riendo y mirando de forma cómplice a Nicolás – usted sabía que Nicolás y yo somos …. (se me acabó el lápiz justo a tiempo antes de seguir escribiendo).
- Sí – dijo Nicolás apretando los labios.
- Por el video que Sandra me pasó del paseo a la playa, parece obvio.
- ¡Sandra! ¿Qué video le pasó usted? – gritaron los dos al unísono.
- Ay, no sé, esperen, ¿fue este? – me preguntó Sandra mostrándome el teléfono.
- No, no fue ese.
- Sandra, ¿cuál fue? – los dos estaban alterados – preste para ver – le dijo Nicolás quitándole el teléfono - ¡por Dios! En este se me ven los calzones.
Sandra siguió en lo suyo, Amalia se acercó para ver aquellas fotos y Donato también llegó a nuestro lado.
- ¿Cuántos ha probado? – le preguntó a Sandra.
- Ya los probé todos.
- ¿Todos?
- Sí.
- Golosa.
- Es que no he podido probar nada más.
Poco después se puso de pie, dejó los vapeadores y se fue con el plato donde había comido a los baños.
- ¿Qué se fue a hacer Sandra con el plato al baño? – la situación había sorprendido a Vinicio y a Mateo que llegó a sentarse junto a nosotros.
- ¿Por qué el puré tiene que ser de camote?, pudo ser de papa – qué poco gusto culinario el de Mateo, el puré es de camote porque tiene que ser de camote.
Resulta que Nicolás cumple años este fin de semana y hoy en la noche van a celebrar a la Calle de La Amargura, una zona que se encuentra en San José y donde hay varios bares de mal vivir, pero donde Vinicio, Sandra y Nicolás se sienten en su ambiente.
- Están cordialmente invitadas – nos dijo Nicolás a Isabel y a mí.
Isabel hizo ademán de hablar, pero entonces se quedó callada, se acercó a mí, puso su mano en mi hombro y me dijo.
- Iba a decir algo.
- Pero…
- No, no creo que sea algo que nunca hayan hecho en su vida, por supuesto que ya lo hicieron.
Durante esta actividad me di cuenta de que a Isabel le da miedo entregar los anillos o que se los entreguen a ella, por eso sigue soltera.
Pasadas las dos de la tarde, la actividad se dio por terminada, el día fue sumamente divertido, además de Leandro, Sandra también fue picada en los brazos por zancudos (creo), imagino que no amanecieron en sus casas y si así fue, no creo que se levantaran antes de mediodía del sábado, yo regresé a mi casa con algo de comida que sobró y de la que uno podía disponer, una bota navideña con rompope y queque, además de algo de cansancio, pero con la ilusión de que el otro año, Dios me permita continuar aquí, para volver a disfrutar de una linda jornada como la de este día.
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