Poema XL: Niña

Toma mi temblorosa mano y volemos,
vuela, revuela y no te alejes,
acaricia esta sublime alegría;
cuidaré tu vida como un conserje,
y más lejos volaremos como canarios
y dejaré que el viento te engría.

Niña, tímida y risueña,
simpática: mujer tierna, hermosa,
la luz y la luna tu faz acicala,
un querubín te sueña,
y ya gime el lamento sacro de las fosas,
eres grata, pero de ti no sé nada.

Estás en la iglesia u oculta en tu morada
es tu misterio un salvaje gladiador
pareces entusiasmada y otras apenada,
enterneces la horas del clamor.

Niña… distante, frágil amiga,
la luz que irradias el frío abriga,
de tu boca germinan frutas doradas
y de tu belleza una envidia.
Niña… tu sonrisa de dama
y la paz tu quebrantar lidia.

Niña… el poema es corto para elogiarte,
las palabras están demás,
quiero con mis lemas agradarte.

Niña… camina, trota y corre,
alma pura y corazón cautivo, escucha:
eres como el sol de cobre y los frutos de olivo.

Niña… ya no existe ni es
una palabra hermosa para obsequiarte,
tan hilarante lo que ves
y tu carisma con todos los compartes.

Niña… cuan misteriosa,
tu belleza, un vale eterno que se endosa;
niña… vuela ágil y algo lenta,
de tus palabras emanas olorosas mentas.
niña… toma mi mano y no la sueltes
vuela, vuela hasta Plutón;
niña ¿Qué guardaras en tu mente?
tal vez los misterios de tu corazón.

No prevalecen ya los poetas,
las letras mueren cada segundo;
niña… quiero que me prometas:
seres amigos aún se acabe el mundo.

Niña tímida y risueña,
una palabra que descalabra los sentidos,
solo te digo ¡adiós! Cuando me despido,
porque de los amores y la amistad, eres su dueña.