Poema XV: Cuando se ama a una mujer

Cuando se ama a una mujer,
es la consistencia agridulce
aferrarse al querer,
como la emoción que la tristeza cubre.

Cuando se ama a una mujer
se medita y piensa en ella
se ilusiona; repleto de fidelidad
verla feliz y querer aún más saber
y entender por qué es aún más bella.

La vez desde lejos...
y en la soledad su rostro en el espejo
y cuan innatas palabras de amor
son predilectas las historias amorosas,
el corazón enamorado entiende el esplendor,
solo el amor conoce estas cosas.

Cuando un hombre ama a una mujer,
musa de inspiración...
es el clamado silencioso del latido,
es la cábala, y más que eso: inspiración,
es vivir ahora sintiendo el ayer
es alegrarse por un beso acontecido.

No hay licor más amargo,
mi escozor que pueda
no existe una palabra, solo un susurro,
solo interesa que ella también te quiera
despertar de ese letargo,
eso es amor y… ¡no lo dudo!

Ay de nosotros el decir ¡te amo!
que te abrase a lo salvaje y dócil,
cuando la ves te sientes raro,
y lo imposible se vuelve fácil.

Cuando se ama a una mujer
cuando el sentimiento es correspondido
cuando ya no hay pena y germina la alegría,
cuando te vuelves un cauteloso bandido,
te ínsita a levantarte de cualquier caída
solo, si se ama a una mujer.

Cuando se ama a una mujer
amor, pena, melancolía y desdén,
celos, inseguridad y desatino
pero los ojos solo ven ese único querer
solo si se ama a una mujer,
que es uva de un amargo vino
eso es todo… es amar a una mujer.