Poema XXVIII: Imsomnio

Grillos chillones en la pared
del moho de mi cena…
verdoso como pasto para vacas
genuinas son su cabezas…

Hasta cuándo he de esperar,
el ambiente contaminado
hedor putrefacto… moho.

Qué molesto me siento,
me acompaña en mi auricular
canciones que me recuerdan ,
lo bella… lo bella que es ella,
y sin mentir, de impotencia
y sin más lloro, lloro, lloro...

Aún siendo hombre me vuelvo
sensible ante el amor olvidado,
cucaracha que se esconde cuando
un fantasma enciende la luz.

Estoy amoscado y zumba la cabeza,
y el desespero en-roncha mi piel,
pica y pica esta alergia,
y ¿Dónde se halla el amor?...
¿Por qué no responde el llamado?,
acaso conoció a otro
o mis palabras ya perdieron
el condimento que sazona su vida.

Mi papá duerme, la madrugada,
mis ojos se cierran lento… despacio,
miro mi reloj son las 2:30
tal vez ella duerma….
o tal vez prefiera ya,
despedirme de su lengua de flores,
o sea capaz de exprimir mi cabeza
y por fin decirme que la olvide.

Noche… noche… que más,
una compañía, un película
y copas ante el sueño,
y riéndose solo del fracaso.

No puedo dormir más,
ella también sufre de insomnio…
quizás sus amigos del parque,
le enseñen cosas interesantes
pero yo antisocial y solo
me encierro en mi soledad,
y me cambio el nombre.

Salgo a la calle, no hay nadie
solo carros, vehículos imprudentes
temo cruzar la pista…
puede haber un accidente.

Si tan sólo viviésemos cerca,
solo queda entrar a casa y
echar llave,
y sin poder, tener que dormir.

Ese es el sueño bendito,
que no quiere llegar
espero que sea de día, pero
el tiempo no avanza,
lento… lento… super lento.

Los grillos, el tic tac del reloj,
el desprecio de ella,
su facilidad para olvidar…
pero yo soy quien
vive y sufre su desprecio.

Ya no duermo… ya no pienso,
tortuga que esconde su cabeza,
hormiga débil de venenoso aguijón;
yo soy y siento que soy
el juguete que menospreció…

Ufff… es el desprecio
es un olvido
qué importancia tiene
si toda pena la he vivido…