-
Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"Cerrar notificación
!!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!
Poema
Publicado por Jorge Lemoine y Bosshardt en el blog Mundo poético de Jorge Lemoine y Bosshardt © Todos los Derechos Reservados. Vistas: 238
Anoche se me posó un ojo tuyo sobre el alma, y
me besó, con una palabra de silencio, para que
(tal vez) las palabras fueran más extensas que
las palabras,
Entonces yo también tuve rosas, como las tuyas
o como las mías y mi rosa estaba perfumada
de poesía sencilla y desprolija, como los jardines
sin labriego que te crecen
Y yo escuché tu voz ya sin vez,
que me contaba de tormentas doblegadas y de
anchos silencios desterrados, porque ya una lejana incerti-
dumbre con tu nombre, había dimitido y tenía una palabra
muy extensa ahora.
Gracias entonces también por serte luna,
(porque el cielo es de los que lloran
hacia arriba, ventana abierta y cara al viento)
Y tú evitaste que se perdiera mi silencio
y pudiste beberlo antes que se disipara
entre la gente.
Yo, que tal vez sabes quién soy, ahora
sembraré la lluvia en tus huertos
para ayudarte a clausurar tormentas
y cantaré con tu tarde ensimismada
cuando tus flores sean más rojas después de las
abejas.
Y esta luna que quisiera regalarte
para hacer en el altar del cielo un ara
hacia un Dios al que creamos juntos
sólo puede tener rezo en tu tristeza o en
tu alegría rescatada tras el miedo.
Tengo lo mejor de tu mano y de tus ojos
ya que no esperas otra cosa que mi mano a
veces ¿qué puede ser más puro que una
espera sin vigilia o que un amor que
nada espera?
Yo sé que ahora tus ojos son como las flores,
y que tus flores están llenas de rocío.
Perdóname amiga, mano mía, o mi
mismo silencio, porque estoy contento (que ésa
es mi rosa) de tener sólo tu beso lleno de sonrisa de
mirada infinita y de palabras. Son tus mejores
cosas, porque se han descalzado el mundo,
(así tu alma me llega sin pasar por el mundo)
Gracias entonces por tus pies y por tu
voz desnuda.
Un beso sin noviembre, para que no se
marchite (y lo olvides en un libro)
JORGE LEMOINE Y BOSSHARDT
Necesitas tener sesión iniciada para dejar un comentario