-
Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"Cerrar notificación
!!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!
Poema
Publicado por Jorge Lemoine y Bosshardt en el blog Mundo poético de Jorge Lemoine y Bosshardt © Todos los Derechos Reservados. Vistas: 250
Querido Jaron, pienso a veces por qué cambiando el nombre esta carta a cualquiera podría entenderse como para una mujer, o de una mujer; no es regla pero cuando entra en juego el mecanismo de todos los heteros (el único que conozco es el sexual), se es capaz, somos, mucho más capaces de nosotros mismos. Entonces la sinceridad.
Ése es el lugar. Si ser es ser verdad, o soy sincero y lo muestro pocas veces, o soy mentiroso (no es lo mismo).
Con vos siento que de todo me saco los obligatorios zapatos, como animándome a parecer como soy y poder conformarme después con ser como parezco.
Entonces es allí donde yo y nadie más (dando por francos a todos) le veo cierta actitud extraña a la carta.
Se me enderezan los túneles, se ve del otro lado.
Creo que porque se nos da y lo necesitamos, siempre hay alguien que nos sirva de espejo. Cambiar de espejo es no tener la certeza de medirnos siempre con los mismos números, y es peligroso; al final de cuentas somos de testigos, y no tener uno constante es perder contacto con nosotros mismos.
Pocas veces te dije que te quiero, lisa y llanamente. En realidad es como se quiere. Sin metáforas ni escondrijos para esconder la cara (la que sea) que nos cuesta enfrentar y dar.
Hoy, yo andaba con mi carro de lujo y me enteré que hace tiempo habían inventado algo así como el automóvil y el avión y el cohete que —qué ridículos— vuelan y se mueven solos. Los vi; los vi y ahora los creo, por eso mi carro está lleno de herrumbre. Tal vez por eso una carta con tu caballo, una carta con motor como ésta, sea la primera en que te pueda decir que te quiero con las únicas palabras que corresponden.
...y pueda desde muy adentro firmar rolfi, rolfimente amor, con minúsculas como una flor seca a Cristo el veinticuatro con jardines.
JORGE LEMOINE Y BOSSHARDT
Necesitas tener sesión iniciada para dejar un comentario