1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

    !!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!

    Cerrar notificación
Al entrar, me acometió ese sonoro
hueco de silencio que retumba
en las iglesias. un fragor de catacumba
se levantaba remoto como un último coro
Las velas estallaban múltiples en el oro
reconocí el miedo infantil que me zumba
a veces como el presagio que me sube de la tumba
de las viejas armas o de los tesoros.
Entonces me debatía como los suicidas
Los espejos del eco me repetían en las naves
tuve en mis manos el número exacto de mi
vida
Me acerqué a un santo cualquier santo,
y pensé: señor he venido a que me laves
Se me alargó el suicidio por la sangre, y
me llené de espanto.


JORGE LEMOINE Y BOSSHARDT
Necesitas tener sesión iniciada para dejar un comentario