1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

    !!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!

    Cerrar notificación
En el fragor de la tristeza lenta y tibia
suelo llorar y nombrarte,
y agitar los brazos de mi corazón como las hélices
de un molino borracho de tormenta o una golondrina cansada en el medio del mar.
La noche ya me llega al cuello
y nado para llegar al otro lado de la noche
con el silencio clavado al medio de tu rostro;
Nado como ninguna tarde en tu boca
en el pájaro nuevo que aprendía a volar el beso
Si tú supieras lo que es cruzar ciego y a tientas
los inmensos territorios de silencio y de soledad
por las noches sin luna y sin barandas
mordiendo los ojos con los párpados
apretados de fervor sin fe
Y las manos cerradas sobre el lugar que no tuvieron
las tuyas.
y el nombre tuyo dicho a veces
ronca e inconscientemente como susurrando: Dios mío.


JORGE LEMOINE Y BOSSHARDT
Necesitas tener sesión iniciada para dejar un comentario