Quimera dulce, invernada

Escalo tu cuerpo
amanezco tu hielo,
tus flores bebo,
negro cielo
otra noche colgado
de tus pétalos,
hiriendo la espiral
de tu pelo,
surcando la gota frenética
que te exclama,
despertando
mi semilla de fuego,
hendido el beso
tiemblo tu seda,
descanso la quimera primera
seducidas tus estrellas
preparo el vuelo de mis calmas,
araña esta araña
tu hoja otoñada
y su luna despierta,
destapa el río de mi alma.

Quiere mi sombra
un lirio y su velo,
quiere mi desvelo
ser vela en tu cuerpo,
arañarme el sentido,
caer el sin vivir del verso,
cantarte el piropo
descubrirte a mi lado
en alas de lo sentido,
este frío yerto
que me ahuyenta el miedo.
Vuelvo para morderte,
vuelvo a verte,
mi sangre floreces,
mis nubes se crecen,
ya no hay tormenta
que no te sienta.

Herido tu roce
con tu caricia de alma
que me goza,
mi latido se desvanece
en el alambre de tu piel,
este lobo te tiene hambre,
flor de mi flor que inverna,
siembra mi tierra,
detén el suspiro del tiempo
a silencios de besos
y fuegos de tus labios,
se mi lumbre
mi hoja risueña
que me tiembla,
vuelve otra noche
a mi vera,
hada de mi primavera.

El Castellano y Leannán-Sídhe