resguardos del alma

Amada te escribo desde un albor hasta la flor

desde el recto suplicio al amor

allí donde crepita el Sol mi nombre

y me dirijo a encontrarte

recto avanzo el campo en color

extasiado se muestra el rayo fulgente

cuando cruzas mi mente

y hoy te debo más que ayer

en mi horizonte puedes verme caer

y renacer en un horizonte de miel y piel

todo se blande en la hoja de mi tejo

en el ababol de arrojo

en la sed de la tierra por florecer

de la montaña al valle se puede oír mi nombre

de la fuente a la cascada de Valverde

gira mi mente por ensordecer el apellido sin nombre

ver caer el horizonte desde las serranías

a las cuencas pronunciadas

viene a latir y plañir mi alma

en el horizonte perdido me encuentro de verdad

allí donde la bruma gris ciega la mirada

y la noche púlcrita se viste de inmaculada

sólo allí entonces podrás ver mi sangre escalar

y mi respiro notar

yo creo en el poder de mis ancestros vikingos

se blande a la tierra mi espada

y encuentro tu bella calma

voy por ti mi amada

la travesía fue dura

me espera tu abrazo

de tu vasallo nombrado

los mares teñidos de rojo

la sed de la tierra que arde a su antojo

de piel y abrojo

hierro arde mi entraña

que por tus cuidados estallan en fulgor los campos

y que tijeretas avancen en un sentido

que yo por mi amada desmocharía hasta el más fiero olmo

de trigo y guadaña luce mi espada

esta calma primaveral

de un lugar a otro lugar

viste mi estampa mi semblanza guardada

de una flor a otra encuentra su guadaña

por el frío cercado por mi hombro y su brazo

la amo fiel de sonrojo

bulle la tierra por encontrar mi alma

cuando ella está en compañía de mi amada.









El Castellano