Romance nº 16 - Tres Bancos

Tres Bancos

Hay tres bancos en tres parques​

que saben de los amores
que profeso a quién me dio
cariño sin condiciones,
son lugares con la magia
fraguada en potentes vórtices
que me anudan el estómago
con cada recuerdo inmóvil.​

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Hay uno desvencijado
imagen de los frescores
de una noche veraniega
con unas caricias torpes,
con tabardos en agosto,
sin problemas que trastornen
los quereres, los abrazos
y los besos de dos jóvenes.
De madera carcomida
por el paso de las noches
sin gozar de los abrigos
que nos dábamos entonces.​

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Otro de pulcra pintura,
moderno, madera noble,
más urbano y reluciente
con remates en los bordes
y toboganes al fondo
que deslizan emociones,
al final de primavera
germinaban con las flores
besos de amor para siempre,
la sangre que altera el polen
gira el mundo sin apoyo
y cura nuestras neurosis.​

​

Otro en un parque tan viejo
que sólo faltan los fósiles
para acomodar historias
que sucedieron anoche
pero son del siglo veinte,
besos que fueron errores
que provienen del pasado
y no encuentran soluciones
pues ganan romanticismo
pero les pierden los óbices,
las circunstancias ajenas
al banco donde se esconden
sombras perdidas de un sauce,
descontrol de las pasiones,
calienta un invierno frío
el amor en bravas dosis.

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