Temor

Libre, Así me sentía al pasar las puertas de esa pequeña cárcel llamada colegio. Todos salían alborotados y felices, listos para darle rienda suelta al verano. Por un tiempo yo fui una de esas almas, felices, risueñas, por fin sin responsabilidades, hasta que las cadenas del verano me encontraron una tarde mientras veía la puesta del sol. Como enredaderas, avanzaron sigilosamente hacia donde estaba. Sin darme cuenta, estaba atrapada, confundida y dominada. Entonces vi como aquel día iba opacándose, como el verano se volvió mi cárcel, mi soledad. La rutina y la pereza me atraparon con una gran correa irrompible. No era siquiera Febrero y ya quería comenzar el colegio, aquella cárcel ahora era mi libertad, mi única escapatoria, pues estar sin hacer nada, me dio mas tiempo para estar conmigo misma, lo cual para mí era fatal. Me aterraba el mañana, lo que pudiera pasar, que me atrapara la rutina. Libre, deseo saborear esa libertad, libertad que por tanto tiempo no supe que era, hasta que conocí, mi pequeño pedazo de infierno.

 

encantado de leer esta buena pieza de prosa poetica...escribe usted muy bien! RRR