Los tigres.

Los puedo sentir,
los puedo oler;
los tigres ya están aquí,
agazapados;
puedo ver sus colmillos de marfil
solo a unos metros
de mí.

Te has ido para siempre
y ahora ellos ocupan tu lugar;
hacen chistes sobre mi suerte,
se mean en mi cama
y antes de darme muerte
arañan mi cara
para oler mi sangre.

Huelen mal
mis entrañas
abiertas
sobre la cama
mientras me miras
desde las fotos
sobre la repisa
y pienso que tus ojos
no distan tanto
de los ojos
que miran ahora mi corazón
latir

latir

latir

arrancado

sobre el suelo


sangrando.
​

 

Muhcas felicidades amigo, es excelente tu poema, saludos

 

Creo que es original la manera como escribes
y como se van dando tus letras,
eso siempre es bueno,
el tener un lugar en donde la mente se desempañe.

Saludos y felicidades

 

Un poema muy bueno, con un cierre estupendo, me gusta. Un saludo