solo una historia necesaria

mi hija cumple 15 años,
ya es una lolita.
niña rebelde,
busca su identidad,
quiere ser persona.
es dificil aceptar que no quiere
depender de quien mas la ama...
su madre.
quiere vivir apresuradamente en
un mundo que ya no es seguro,
un mundo lleno de maldad.
como dejarla creser, si tengo miedo, no quiero su infelicidad,
quisiera tenerla para siempre a mi lado,
aqui protegida.
crese y que puedo hacer?
detener el tiempo?
dejarla asi pequeñita?
ella es mi bebe!!!
no quero que la dañen,
no quier que sufra.
es dificil entender eso?
temo dejarla creser, se que debe hacerlo,
pero es dificil. dificil es
darle alas a esa personita que nacio de mi,
que hasta ahora he cuidado.
un dia prometi guiarla y llevarla siempre de mi mano
por esta senda de injusticias y dolor humano.
es mi hija!!!
es mi niña...
y pide a gritos crecer

 

La continuidad de la sangre es inevitable. Aunque mi comentario no sea senda de injusticias y dolor humano. Un gusto leerte, abrazos.

 

Y tenés que dejarla, Soledad, te comprendo. Porque en vos, veo a mi madre repitiendo las mismas palabras hace unos años y aunque ahora no esté conmigo.
No te preocupes tanto, que esa senda que marcaste en un inicio, no se borrará del corazón de tu hija. Ni te angusties, que esos valores que infundiste permanecerán intactos en ella. El mundo es hostil, la sociedad nos agobia a los jóvenes y nos asusta también. Pero lamentablemente es lo que nos toca vivir y debemos hacerlo nosotros, pues es la única forma conocida de crecer, aunque se multipliquen las penas y los dolores.
No te preocupes, que sea cual fuere el camino que elija, en un tiempo comenzará a abandonar ese rivalidad típica que tenemos las hijas mujeres con nuestras mamás y comenzará a entablar un vínculo más férreo con vos. Dale tiempo, no la hostigues, permitile crecer estando cerca de ella, que te vea, que te sienta, que pueda abrazarte las veces que necesite. Sólo así se reforzará su confianza en ella misma y tu postura de madre presente.
Tu poema me encantó, desde la identificación que encuentro entre tus palabras y las de mi madre. Me has devuelto un pedacito de ella en tus letras, gracias por eso.
Un beso gigante y no tengas miedo, no olvides que vos también fuiste adolescente alguna vez y que todas las épocas tuvieron algo triste y malo para los padres. Un gustazo leerte.

Denn