Los consejos del árbol

Hay mucha dignidad en ser un árbol.
Siempre de pie, de la mañana a la noche,
digno en el frío, sereno en el calor.
En cada estación, vigía.

Todo soporta.
Respeta el Viento.
Mira al sol para bendición
de cada hoja. Da frutos.

Es paciente.
Es generoso. Y, sin embargo, sabe
que cuando muera quedará su semilla.
Heredará los comienzos de su fortaleza.

2.

No culpes a nadie.
Respira hondo. Comienza.
Un caos, una tormenta, no dura para siempre.
Alguna onda, vibración con dulzura,
se retira tranquilamente para fundar
una orilla de reposo. Una nueva armonía.
Un remanso distante al torbellino.

Respira hondo. Sé tú, retoño mío,
quien comienza a organizar la inocencia.
No culpes a nadie.
Sé como una gota de rocío.

3.

El viento embravecido sólo quiso
que se cumpliera su limpieza,
sacudir el polvo, barrer la braña indeseable,
arrancar los ramajes débiles y sucios.

Déjalo. No resistas.
Sosténte en pie y que se vaya
de tí todo lo quebradizo.
El viento limpia y está para querernos
sin la pesada carga de lo inútil.

4.

… porque se cansó de caminar
el vagabundo vio el fantasma del desgaste,
su energía, justo al lado del árbol.
Buscó su sombra.

El sol estaba intensamente desprendido.
La brisa se metió en una talega de ironía.
La soledad se fue acercando como muro.

El vagabundo besó la incertidumbre.
Pensó hasta en el capricho de la muerte.
El maldijo un par de ángeles.
Huyeron de sus poros.
Fueron gotas de sudor y desaliento.

El caminante alegó que está vacío.
Siempe ha sido así. Todo lo busca afuera.
Va por caminos que lleven a su hallazgo,
mas se siente bagazo seco del Destino.

Al fin, el rudo tronco de un árbol
(que lo observa) se hizo blando.
Compadece. Y desde la rama
ha comenzado a mirarlo con ternura.
«El no creerá mi voz», ya sabe.

Entonces, tiró un oscuro fruto de sí.
Soltó una baya y con la baya el higo dulce:
la corazonada, la voz inconsulta,
la voz del vagabundo que despertó
casi oyendo, autoexaminado…

Reposa unos minutos, caminante.
Yo sé que estás cansado; pero, cuando veas
otros que cruzan el camino, deja el orgullo.

Pregunta, consulta; alguien ya fue a dónde
vas, o quieres ir, él sabe cómo, él te confirma
y, un último consejo, vagabundo:
Come las voces de la baya misteriosa.
La pongo en el fondo más puro de tu alma.

5-12-1984 / «El hombre extendido»

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Más sobre árboles:

http://www.mundopoesia.com/foros/poemas-sociopoliticos/147711-el-pordiosero-5-a.html

 

Amigo Carlos...un poema para pensar...meditar..
Renacer desde nuestra propia fuerza, nuestro viento interno, que a veces puede ser una tormenta o una brisa refrescante.
Me gusta tu poesía profunda.
Gracias Carinos

No culpes a nadie.
Respira hondo. Comienza.
Un caos, una tormenta, no dura para siempre.
Alguna onda, vibración con dulzura,
se retira tranquilamente para fundar
una orilla de reposo. Una nueva armonía.
Un remanso distante al torbellino.


Tengo un nuevo poema ...sería un gusto leer tu comentario


http://www.mundopoesia.com/foros/poemas-generales/147799-circulo-perfecto.html#post1422927

 

Sabiduría en versos, qué belleza. Gracias por compartilos, poeta.
Mis cinco soles y para ti, un abrazo y un beso con mi admiración,:::hug:::

 

Gracias, Beatriz, por comentar. Leeré lo que me indicas.
Un abrazo,
carlos

 

Gracias, Baryshnikova. Mi admiración por ti y un abrazo,
carlos

 

Me gustó muchísimo Carlos.
Esta vez salgo despejado.

Un abrazo.

 

saludos, troylo,
un abrazo,
carlos

 

Muy buena serie. Todo un paseo desde lo descriptivo a lo reflexivo.

Un saludo

 

excelente mi amigo

 

Gracias, Maramin,
un abrazo,
carlos

 

Saludos, agradable tu visita.
saludos

 

Un abrazo, gracias por tu comentario.
carlos

 

muchas veces hay que dejar el orgullo de lado, exelentes versos, saludos

 

saludos, owen.
gracias, un abarzo,
carlos

 

MAGISTRAL composición poética, de corazón afirmo con mayúsculas. Yo , tras leer tus versos, me digo que, por ej., en la mirada de un árbol, sin más, sin juzgar, nada más que viendo su belleza, se puede, diría yo meditar con excelencia, apreciar la verdadera naturaleza de las cosas. Un árbol nos puede "dar lecciones" si sabemos "ver" su esencia. Un grato placer asomame a estos bellos versos para meditar. Un fuerte abrazo carlos. Javi. Todas las hojas para ti amigo.

 

Gracias, Javi. Sé que los árboles dicen muchas cosas para tí. Nos hablan. Mi mamá suele hablarme desde un árbol. Ella me transmitió una enseñanza, la «guenda», el espíritu de los árboles y enterró mi ombligo y el de mis hermanos bajo un árbol, uno para cada uno. Entonces decía que cuando estuviésemos tristes fuésemos a nuestro árbol. Y habláramos con él. Claro está, hoy sé que no tiene que ser exactamente el viejo árbol de mangó de mi niñez. A veces me puedo imaginar como un árbol, yo mismo, en ese sentido bíblico, de árbol de vida o de justicia.

un abrazo,
carlos

 

Umm bella, hermosa historia carlos. Los místicos dicen que si miras, sin más, los árboles, una rosa,.... te hablan , te rebelan la esencia de la sencillez de la verdad. Me gustaran mucho las úlitmas palabras de este tu comentario en el sentido de justicia y de vida.ummm..Un fuerte abrazo.Javi, seguimos viéndonos a través de la poesía, que es vida.

 

Gracias, saludos.
carlos