Una obra

Mirando desde el cielo,
Como pasa un rio de terciopelo,
Los animales emancipados,
Las filosas rejas que anuncian mi fin.

Cada recuerdo es ausente,
Convertido en sentimientos presentes,
Mis pequeños pies sin ilusiones,
Se aferran más a la vida que a la muerte.

Siento miedo por un lado,
por otra “gallina” me dice mi mente,
ya no puedo esperar otra golpiza,
mi cuerpo débil se atemoriza.

Me balanceo en la ventana de mi habitación,
es el cuarto piso, apenas con 5 años el golpe será fatídico,
a pesar de todo no lloro, aprendí a ocultar el dolor,
solo me queda un dios que anuncia mi porvenir, mi salvación.

Siento el viento que roza mi rostro,
todos los días serán igual, lo sé,
siempre permaneceré en esta ventana, estoy seguro,
el suicidio es mi mayor temor, encontrar el amor mi único aliento.

Escucho el chillido de la puerta,
me volverán a golpear sin compasión,
pero la hermosura de la mujer no me deja quebrarme
espero el mundo tenga un destino que valga la pena.

 

que poema, me ha gustado mucho como expresas tu sentir, tu temor, pero a la vez es una verdadera prueba de valor que sigas firme y enfrentandote a tu situacion. excelentes palabras. te felicito. un placer leerte.

 

Wow, me dejaste con la expectativa del escrito que rondó muchos minutos en mi cabeza. Buen estilo poético descriptivo.

Saludos y abrazos

Andrés Amendizábal​

 

Son ingeniosas tus letras. Te felicito.