El último

Viento del Norte y del Sur,
el Sol giraba loco
como suele pasar en veranos de lejanas latitudes.
Tardó la jornada,
y te ví más grande
Faltaba pan,
faltaba calor,
sentí algo moverse a mi espalda,
giré mi torso libre, ya sin más presiones,
y te ví, tal vez en el desvarío
ya perdiendo la razón.
Entrabas agachado a la tienda como alguien muy alto
Presencia de la que no puedes ser librado,
entrabas sin anunciarte
como alguien que yo ya conociera.
Como una flor de metal,
sin razón,
sin amor,
ni una palabra.
Me alegré por el sufrimiento,
miré alrededor,
y no había de quien despedirse
en esta historia que no escribe nadie.

Yo no canto por cantar
Ni por tener buena voz,
Canto porque la guitarra
Tiene sentido y razón.
(Víctor Jara)
​

 

Verdaderamente fantástica tu moderna épica, Luis.
Un abrazo mediterráneo.

 

Ea¡¡¡ buenos versos, sin duda agonizantes. Saludos

 

Excelentes imágenes! Tremendo poema de principo a fin.

 

Este genial poema parece que es el último en serio. ¿Por qué te borraste? No me alegra el sufrimiento, no me alegra despedirme y menos no tener de quien hacerlo. Ojalá que sigas escribiendo... para la historia.
Un abrazo.
Dany.