La venganza de los conejos lampiños

Esta helada,
Fue inesperada.
Comenzó en el cóccix,
Terminé en la nuca.
No esperaba recibir “ése” golpe.

Ha perfeccionado su técnica,
Pero a la vez
Sigue tan igual,
Tan ella.

Mis sábanas huelen extraño,
No puedo evitar pensar
En todo lo que se está jugando.

¿Jugando?
Acá el único que juega soy yo,
Ella esta en su nube,
Comiendo algodón azul.

No se porqué todo esto tiene que prevalecer.
Mis ojos anhelan un final dulce,
Pero mis piernas saben que no será así.

¿Por qué tan solo no…?
¿O…?

¿Puede ella con ella?
Es ella, ¿ella?
No.

Pero que más da,
Ni el chocolate,
Ni el chocolate ahumado,
Ni nada,
Tranquilizaran al gris esta vez.

La materia se ha vuelto agresiva,
En el horizonte diviso un espejo líquido,
Este refleja lo que no debe.

¿Qué hago con este disfraz?
Mejor vuelvo al trabajo…

 

muy bien, me suena extraño tu estilo, pero sin duda me ha gustado, felicidades.

 

muchas gracias tengo en total 42 poemas de este tipo cada dia publicare uno y espero q les guste. Muchas gracias eres miembro del jurado y debe ser por algo de verdad gracias

 

Ausencia de acentos en siete ocasiones visibles. Me gusta el estilo que manejas, mueves la vista, mueves los tiempos... las imágenes son más sutiles. Agradable escrito.

Saludos y abrazos

Andrés Amendizábal​

 

Tienes buenas ideas con tus letras. Te felicito. La lectura es muy agradable.

 

muchas gracias