Desde los Andenes

A veces diviso algunos trenes,
mas no sé si vienen o se van…

Mejor ven
y siéntate una tarde
en la estación de los andenes
y escucha cómo resuella
ese fuelle de mi pecho
que me deja fluir
hacia lejanas galaxias
de otros andenes y el carril.

Aceras a lo largo de la vía de la vida,
aceras del alma mía, me indican que sigues,

en cada viajero, sigues
en cada vagón, sigues

volviendo, después de cada despedida.

Es tu impronta cargada en cada maleta
que sube y descarga en cada compuerta
de tu vagón que va y vuelve, tras cada adiós.

Ruidos, trenes y crujidos de rieles,
durmientes que despiertan al sonar
el chillido de ruedas, cuando vienes y vienes
llegando junto al tren y en cada mano erguida.

Tu silueta deambula por entre
la voz de los vendedores y entre
los vocingleros de los altavoces
que van y vuelven por entre
las aceras de los andenes
y los durmientes.

Levantados techos y encaramados
descansan sentados sobre torres de hierro
cayentes, desde las sombras, a cada durmiente,
soñando que el tú y yo fuese para siempre…

Es la humedad de las sombras en que viven los rieles.

Son los secretos atesorados entre
las paredes de los andenes,
misterios enquistados entre fisuras
descascaradas entre tanta menoscabada pintura.

Soy el pañuelo de una tarde ocasional
sentado en la estación de los andenes
que ha aprendido de lágrimas y sollozos
que ha aprendido a gritar tantas veces, no te vayas.

Soy el sombrero y la boina en calma
colmada y atiborrada de recuerdos
de relojes sin segunderos y sin un adiós.

Espero.

Mis aladares se están durmiendo
están colmando los andenes,
y enmarañados entre los durmientes
diviso, a veces, algunos trenes,

mas no sé bien

si van

o vienen…

 

Emocionante. Como los seres de los Andenes, como la arquitectura de las estaciones con sus vaivenes de bienvenidas y de despedidas. Ah, de las estaciones y de sus incesantes cantos de amor y de melancolía.

¿Sabés que me quedé en este Poema, a un paso de la boletería, pero mucho más cerca de estrellas y durmientes?

Felicitaciones, Mauricio.

Un abrazo porteño.

 

Muy lindo poema d eamor.
Estrellas y mis saludos.
Zulcas.

 

Excelentes metáforas para lograr un hermoso poema, esa melancolía plasmada en tus versos llega hasta el alma del lector, gracias por compartir tus versos.
Estrellas y besos

 

Como pasajera, me montare en tus versos,y seguire con ellos leyendote.Un abrazo

 

Me quedo sumergida en el vaiven de ese vagón que se desliza bajo la tenue niebla del sentimiento más puro...¡¡Bellísima poesía!!!, como para no dejar pasar el tren y comprar el boleto sin regreso.

Abracito inmenso y consteladito para vos Mau.!

 

¡¡Felicitaciones Sensei, presagio a tu libro!!
お祝いの言葉

Saludos.
Vicente.
Desde el paredón en mi castillo de palos de fósforos.
​

 

Cuanta calidez emotiva van desandando tus versos en estos andenes, poeta. Mis felicitaciones para tu escrito y su merecido reconocimiento.

Big saludos

 

Felicitaciones, Mauricio. Ojalá percibas la alegría que este reconocimiento me causa.

Y felicitaciones, también, porque al leer el comentario de Vicente, me enteré de que estás a punto de dar a luz a un libro. Mucha suerte y gracias por privilegiarnos con tu presencia en el portal.


Un abrazo desde Buenos Aires.

 

Felicitaciones Mauri,con tu poesia, parece que uno se transporta en el espacio,tus imagenes son muy potentes.

 

Caramba compañero, mil felicidades por tan bien logrado escrito. No sé, se suscitan tantas cosas, tantas emociones, la bruma de las estaciones, esa bomba en el corazón siempre a la espera y a la nostalgia. Me pongo de pie. Ha logrado una muy linda sinfonía de los andenes. Se ha ganado usted este premio muy a pecho.

 

Aplausos, por supuesto, a tan excelsa obra. Bien merecido el premio. Te felicito.

 

ritmica sensación de viejos trenes, poema fantástico,
Aplausos