Una mujer y un piano

Una mujer y un piano.

Veo como un suspiro suave se va.
Lo observo perderse a las puertas de una vieja casa entre el resonar de un piano.
Me acerco, entro.
Camino entre los pasillos llenos de polvo y sangre seca.
El barro de mis botas deja un precioso color de profanación en el suelo.
Sigo caminando.
Paso por miles de vitrinas, cada una con una tecla tallada de fracaso.

A lo lejos vislumbro una puerta de roble, me acerco.
Una aroma embriagante invita a rendirse a mis sentidos.
Abro la puerta, entro a un precioso salón.
En una esquina yace un piano siendo tocado por un par de guantes,
Por un momento paran y con un ademán me invitan a sentarme.
Me deleitan con conciertos por diez lunas llenas.
De repente, paran.
Espero a que reanuden su tarea, pero el grito de una mujer llena la habitación,
Poco a poco el grito se vuelvo canto,
Y los guantes comienzan un suave acompañamiento.

No puedo dejar de mirar aquella esbelta figura escondida tras cortinas de agua.
Sin nada que perder me acerco.
El agua lava mi sucio rostro y se lleva cualquier rastro de barro.
Una diva vestida de hiedras secas me recibe.
Con un movimiento torpe se agacha y se quita la única flor viva que poseía,
Una margarita regada con sus propias lagrimas.
Cuando la deposita en mis manos se impone el silencio.

Vete! me grita de improviso,
Y uno de los guantes toma mi mano y me lleva al pasillo.
Comienzo a correr, pero el camino delante mío se derrumba.
Sin nada que hacer tarareo aquella preciosa melodía,
Y las teclas de las vitrinas se disparan como flechas para alinearse
Y formar un nuevo camino hacia la puerta.

Los guantes me esperan en esta,
Y apenas llego me sujetan de las manos y me avientan varios metros fuera.
De prisa me paro solo para contemplar como aquella casa se derrumba,
Y por un momento en un ventanal,
Puedo observar una sonrisa irónica, antes de que este se haga trizas.

 

Es un buen relato, recomiendo revisar los acentos.
Un gusto leerte, abrazos,:::gafas1:::