Juntos y plateados

El tiempo sin ti me secuestró el alma
y fue la luna quién vino a rescatarla;
se quitó su antifaz negro,
y así, jugando con la penumbra,
me dejó saber lo que tú sabías,
sin dejar de sorprenderme,
y contándome todos tus secretos;

la luna me prohíbe ser mariposa,
pero me deja ser cualquiera de tus deseos;
y todas las caricias que se te ocurran
¿porque no podemos declararnos culpables?

y dejarnos ser todo lo que cabe entre los dedos
disipando las dudas sobre lo que más nos gusta,
que es darnos el azul del cielo, y el verde del monte,
me he querido hacer confidente de la luna,
porque quiero chivarme a ella de lo que tú me dijiste,
consciente de que a ella puedo, porque sabe ser silencio
y permanecer callada entre las nubes de occidente,
me encantaría, ya lo sabes, con los labios, asomarme a ti,
y poder casi besar tus olores, tus sueños, o tus promesas;
sé que no te extrañaré si me mantengo en esa cercanía,
aunque nunca llegue a besarte, nos habremos tenido,

quiero dormir así, en el milímetro que nos separa,
meciéndolo a todas horas, para que se sepa real,
para poder arrebatarle la crudeza a la falta de contacto;
y atardecer en tu dulce contorno de ojos, reflejado,
sin miedos nuevos, ya que nos valen los de siempre,
por la claridad de las casi extintas miradas íntimas,
y de esas descripciones absurdas, que a la vez te sonríen,
y te digo... si el aroma de tus pestañas me atraviesa
que no podré dejar de sentir la locura casta del amor,
pero a la vez, dejaré de ser noble e inocente
si la esencia que alcanza mis glándulas olfativas
no tiene tanto que ver con tus miradas, y si con tus deseos,

que solo lo sepa esa luna solitaria, te pediría...
y que nadie más sea capaz de albergar una sospecha,
pequemos así, por favor, en esta delicia de tenernos
y sin que la noche lo imagine... hagamos otra luna,
dupliquemos esa palidez asombrosa y redonda...
peguémosla sobre nuestra húmeda piel brillante,
y vayamos al infierno por todo eso, juntos y plateados.



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Un poema de una gran belleza.
Un abrazo.

 

No conozco mejor manera de "pecar"
y si además tengo la Luna por testígo
¡ qué me condenen ! para toda la eternidad
¡ por cierto ! ¿ porqué en generales ?
este poema, rebosa de amor.
Un placer leerle poeta,un abrazo

 

y paso a paso regresar desandando el camino,
pisando suavemente sobre el rastro olvidado
para llegar a la meta, exhausta de tantas emociones encontradas,
desbordada la adrenalina por el pavor a perderme en el laberinto de palabras ...

 

Poeta, que deleitable es compartir intimos secretos con tan mudos confidentes, en tu caso la luna,yo con mi amante el mar. Bello e intenso reflejo de un gran sentimiento.Ha sido un placer su lectura.
Cariñitos.

 

Recorrí cada esquina, cada recoveco, cada desvío incierto,
[SIZE=+0]acaricié como un suspiro cada grieta suavemente, anhelando su roce,[/SIZE]
sintiendo la aspereza de su piel de piedra en las yemas de mis dedos
y el pulso de las evocaciones perdidas ya en la memoria del tiempo, en su corazón.