En efectivo

Es posible que aún carezca de importancia,
y que este aire que respiro no sea del todo mío,
es posible que no me duela tu quemadura
ni este sentir mojado en el rigor del sufrir,

pero solo quiero hablarte
de esa fuerza que ya no tengo,
con la que yo acostumbraba a pensar
y con la que ya no supe reconciliarme,

sé que el sol está tras esas nubes oscuras
y que la belleza suele ser fácil de ocultar,
pero me escuecen los disturbios de esta pobre alma,
y sé que ya no podré satisfacer a ese mundo imaginario,

verás, es que esta noche no he podido ser yo,
y no he logrado mantenerme exento de miedo
mientras pasaban esas horas de la madrugada
en las que no fui quién de matarme a soñarte,

en ese afán, casi se me olvidó dormir,
y me vi arrojado a la mañana
sin haber escuchado a la noche,
y sin su triste canción, por fin amaneció,

pero no me importa que ya sea mañana
porque mi rebeldía me hace titiritar, de sentirte ayer,
aún, como catapultando los confines de una deuda
de ti, por supuesto, que no he podido abonar en efectivo.

 

Muy ingenioso ese cierre. Te felicito. Un placer leerte.

 

Deudas de amor, cuantas noches en vela nos regalan, en efectivo bien quisieramos poder pagarlas, sin demoras ni prorrogas no deseadas. Me encanto leerte, un cariñito dulce.

 

Bellos versos poeta
aunque con tintes nostálgicos,
un placer leerlo de nuevo,un abrazo