El Quijote enfermo.

El Quijote está enfermo de cansancio
La locura es suprema,
generalizada
en cada esquina surgen los entuertos.
Ya no hay vientos que muevan molinos
ni campos desiertos
todo es búsqueda de energía
y pavimentos de cuota.

El Quijote no se vacunó de influenza
y yace en su lecho de cordura
acosado por el virus
de la pesadez que mata
todos los motivos de aventura.

 

Yo creo que todavía quedan Quijotes en el mundo que luchan ciegamente por su idea, a veces equivocada a veces correcta y a veces cegados por su realidad distinta a la que los demas observan, pero si se ha avanzado en este mundo es por los Quijotes de la sociedad que ven las cosas de otra forma difernte a los demás y no se conforman con lo establecido.

Por otro lado la verdad es que estamos faltos de Quijotes en el mundo actual, hay pocos y los que hay tal vez esten enfermos pero se recuperan, hacen una gran labor en el mundo actual.

Felicitaciones por el poema y saludos

 

En las intenciones quijotezcas hay demasiados molinos de malos vientos contra los que hay que luchar, pero hay quijotes que en silencio luchan aún contra esa toda sinrazón establecida. Excelente poesía amigo, para seguir buscando razones para nuestro Quijote.

Un abrazo
Daniel

 

Quijotes siempre han habido pocos. La justicia es una especie de locura que tiene mejores resultados cuando concierta su comedia con fantasmas.

Lo demás que comentas es muy cierto

Un placer encontrarte por aquí.

 

Saludos cipres. Gracias por detenerte un momento por aquí.

Un Abraxo

 

Lindo tema Melquiades.La razón de la sinrazón descrita por Cervantes, en su Don Quijote de La Mancha, ha sido preocupación no solo para él, sino para gran parte de los seres humanos que luchan por un mundo mejor. Por supuesto, debe imponerse la razón sin la sinrazón, ese es el mensaje que captamos. Recibe aplausos, estrellas, besos y abrazos de Dilia, amigo Melquiades.

 

Dilia, abrazos para ti desde México.

Erase un quijote enfermo de cordura
porque es necesaria la locura para enfrentar a los molinos
y a los magos maradinos
para cabalgar entre nubes ardientes en el mágico caballo de madera.

Nuestro cabalgar padece de indolencia temerosa
ante tanto medicamento anti letargo.

Mas siempre, tras la cuarentena, postrada, de ataduras,
surgirá algún quijote
viejo, loco y desinteresado.

Abrazos.