Deja esa ola

Deja esa ola, mi niño;
déjala ya, que se vaya.
¿No ves que no es un juguete?
No puedes llevarla a casa
¿Qué harías allí con ella…
ponerla bajo la almohada?
En la bañera, no;
que perdería su gracia.
Sería sólo agua quieta,
todo lo más salada.
Deja esa ola, mi niño;
quiere irse de esta playa.
Pero si tú no la dejas
no van a venir las otras.
Además ya está cansada.
Deja esa ola, mi niño;
que la tienes amargada.
La está esperando su madre,
la pobre dirá, angustiada:
"Que se ha perdido mi olita,
ayudadme a buscarla"
Deja esa ola, mi niño.
Juega un poco con la pala.
Haz un castillo de arena
Con conchitas y con algas.
¿Qué por qué…?
Pues no lo sé.
Tú el caso es dar la lata.

 

Bienvenido, un poema muy original para degustar con sus claras imágenes, placer leerle saludos

 

Ciertamente con gracias y ternura, este poema dedicado a ese niño,
casi para el foro de infantiles,
excelente tratamiento, accesible para esa mente infantil;
un saludo,
edelabarra