Abrazos de hiedra

No quiero ser parte de tu vida,
fue suficiente con el alevoso crimen
del amor que por ti respiré un día.

Ahora apareces con suave cadencia
a la conquista del tiempo ausente
y mis palabras abrigo de tu conciencia.

No quiero ser destino de ligerezas,
ya no soy presa fácil de tus manejos,
atrás quedaste con tus abrazos de hiedra,
el amor dejó de ser fértil con tu nombre
y el agujero negro de tu existencia.

 

Impetuosos versos, imágenes de un amor tóxico!
Encantada de leerte, siempre!
Besos,
Chiqui.-

 

¡Lo has dicho sin rodeos!
Un poema que nos recuerda que en el mal trato no se debe andar con vueltas.
¿A qué viene ahora?
Abrazos,
Eduardo.

 

Así es Chiqui, hay amores que es mejor dejarlos pasar... besos

 

Rojo una sola vez estimado amigo ! Abrazos