Una sombra esperando

Justo ahora te veo aparecer en el ocaso,
como ayer, hoy estoy convaleciente
y nada desvanece la sutileza de tus pasos

ni la infame tarde fría
ni el matiz crepuscular

soy silueta nada mas
al contemplar tus ojos melifluos
tu sonrisa vaga
tu altivez de fina seda

justo ahora te veo aparecer en el ocaso
y como el único participe del acto
soy silueta nada más.

 

¿Con qué meditas con tu sombra? Yo también lo hago. Es una vieja superstición aquella de que no se debe ver a la sombra.
Por el lado más importante, eres todo UN POETA. Te felicito por tu prodigioso poema, estimado colega.

 

nuca espera ella solo va, placer leerte