El tren de el cielo

Partiendo en el cielo en una pequeña sucursal, con paredes de plata y techis de cristal, en rieles dorados va epezando a andar, buscando las almas que quieren reencarnar.

En la primera parada donde hay flores carmin, hay tres angeles negros que no pueden sonrreir, con trizte mirada se sumben a tren, y toda su tristeza ha de desaparecer.

Vamos trenecito a la otra estacion, donde te espera un niño entonando una cancón, con su voz modesta se embarca en el tren, para ver lo que sus ojos café desean ver.

En la otra parada esta el cementerio, donde estan enterrados todos los dueños, de una pueblerina de rizado cabello, que con el tiempo van desapareciendo hasta quedar sin anhelo.

Sobre el firmamento va pasando el tren, que solo los angeles lo pueden ver, dejando a su paso la estela dorada, que solo se compara, al ocaso que aprecian las miradas.

La vida esperada, la vida soñada, el tren les regala a todas las almas, que toman su ruta, sin pregunta alguna.

Yo aun no me he subido, pero hay quienes me han dicho, que ver ese tren es algo magnifico.

Ya el tren ha llegado a la otra sucursal, por fin ha parado, ya su trabajo esta terminado, adios trenesito!. hasta la proxima vez, cuando hayan mas almas que te neseciten ver.

El tren de el cielo.
Rebeca Pirela.
¡ven lo que una niña de 14 años puede hacer!:::lengua1:::
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Bienvenida buen poema debes cuidar tu ortografía, placer leerla

 

Bienvenida, precioso y angelical poema. besos