Paranoia

Has tejido un manto
con los rayos del sol
y te has hecho un vestido.

La risa de la lluvia
se presiente en tu rostro
y hay quien dice
que ya no te atormentas
cuando late en la distancia
el corazón de la tierra.

La mañana ha convertido en caricias
las asperezas del recuerdo
y con sus alas majestuosas
ha vencido otra vez el pensamiento
del mar de tus ausencias.

Y se han confundido
todas las auroras
en los cristales desvelados
por tus palabras sin sueño.

Hay esperanzas de palomas
en la palidez de tus suspiros.

Una canción concebida
en un acorde de jardines taciturnos
vibra en este instante
en el horizonte inasible,
mientras el aroma de tu presencia
se suspende en la tarde...

Una tarde fatigada
que algo sabe de ocasos
pero que se yergue sin pudor
como el deseo furtivo.

Los oídos de la noche
han adivinado este canto
y acompañan ahora
a los centinelas del olvido
que te han hecho huir
por las tinieblas imprecisas.

¡Y te alejarán
de mis manos que te piensan!

Quieren ellos encerrarme
en la soledad del silencio
porque violé a la Palabra
y en un tálamo de ensueños
le engendré mi locura.

 

Bello poema muy cálido, bienvenido, placer leerle

 

Preciosas letras, muy buen poema, saludos.